"Si lo sientes, ¡persíguelo!" Tyler Owens
Este es un blockbuster y no pedazos.
"Tornado" fue un éxito en 1996. En aquél entonces la película sorprendió por sus efectos especiales, pero no se conformó sólo con eso. Incluyó una historia centrada en lo humano a través de su protagonista, la Dr.a Jo Harding. "Tornados" recupera esa esencia sin comprometer su propia identidad. Es una secuela indirecta, es decir, sucede en el mismo universo, años después y aunque hay pequeños guiños y referencias (como las que se hacen a "El mago de Oz"), los personajes no están ligados a los de la primera.
Kate (Daisy Edgar-Jones), una meteoróloga, acepta regresar por una semana a cazar tornados ante la petición de Javi (Anthony Ramos), con quién lo hiciera años antes y con la esperanza de estudiarlos y hacer una diferencia. En el campo de acción se cruzan con Tyler Owens (Glen Powell), un vaquero de los tornados que parece estar en la escena por el espectáculo y las vistas en redes sociales.
"Tornados" es una sorpresa en todos los buenos sentidos. La mano de Lee Isaac Chung se siente desde el primer momento. Es un director atípico para un proyecto de este tipo si se considera que su filme anterior fue "Minari", un drama familiar que estuvo nominado al Oscar en seis categorías, incluyendo Mejor Película. Chung le da tanto un toque artístico que se expresa a través de una hermosa fotografía y de momentos que recuperan la belleza en pequeños momentos de intimidad e incluso en la tragedia. Más allá de ello, Chung equilibra bien la acción con la emotividad y tiene claro que los tornados son el espectáculo, pero el trasfondo está en los personajes y en lo humano. Está en una metáfora que gira alrededor del miedo y donde los tornados son aquello que no permite verlos o salir de ellos; impiden vivir. El guion lo tiene claro y elabora alrededor de ello con los distintos personajes.
En "Tornados", curiosamente, como los tres paneles que se buscan colocar para estudiar un tornado hay tres personajes clave: Kate, Tyler y Javi. Kate, la heroína, es idealista y está marcada por un evento traumático que es justo el prólogo del filme. Kate quiere encontrar una manera de terminar con los tornados, de intervenirlos químicamente para "desintegrarlos". Tyler es un galán, carismático y engreído en esa dosis que es encantadora e irresistible. Glen Powell se sigue confirmando como una súper estrella en potencia. El actor ha comentado que Tom Cruise le dio consejos durante "Top Gun: Maverick" y quién sabe qué le dijo, pero Powell lleva tres aciertos en este año: "Con todos menos contigo" y "Cómplices del engaño". Todos éxitos de crítica y taquilla. Todos aprovechando el encanto natural del texano. Con Daisy Edgar-Jones tiene gran química. Comienzan jugando a los opuestos que se atraen o el antagonismo del amor para luego darse cuenta que comparten más de lo que esperan. Tyler podrá ser un show, pero tiene un gran corazón. "Tornados" no es una historia de amor, pero incluye una y la maneja de tal manera en que para el desenlace el espectador está por completo involucrado con ellos y quiere que la pareja se bese, se quede junta y demás. Chung sabe bien cómo jugar con ello.
Por su parte, Anthony Ramos, conocido por "En el barrio", sirve para darle balance y conciencia político social al filme. Entre los aciertos de "Tornados" está el que hila fino. Entre ello está el que visibiliza cómo grandes compañías financian investigaciones con el propósito de aprovechas. Por ejemplo, aquí acudiendo a los lugares tras el desastre para luego ofrecer, en la necesidad y el apuro, comprar las propiedades. "Tornados" es entretenimiento, pero no es miope. Tampoco se olvida de mostrar la destrucción en aras del espectáculo.
Un aspecto curioso que pasa en "Tornados" como en su antecesora es que incluye a talento emergente y de gran potencial. Además de los ya mencionados están Brandon Perea, quién hace a Boone, un camarógrafo; viene de "¡Nope!". Está Sasha Lane como Lily, la alternativa operadora del dron y protagonista del éxito independiente "Dulzura americana", además de participante de "Loki". David Corenswet, el nuevo Superman, hace a Scott, el cómplice de negocios de Javi. Katty O'Brien de "Amor, mentiras y sangre" es una mecánico y Kiernan Shipka ("El mundo oculto de Sabrina") y Daryl McCormack ("Las olas"), son parte del equipo inicial de Kate. De la original, por ejemplo, Helen Hunt y Philip Seymour Hoffman se convertirían en ganadores del Oscar y Todd Field en un destacado director con tres películas con nominaciones al mismo premio, la más reciente "Tár".
El verano de 2024 ha tenido en el aire la pregunta de si el público regresara de nuevo a las salas de cine. El inicio fue tropezado hasta que títulos como "Bad Boys: Hasta siempre" y, sobre todo, "Intensa mente 2" y "Mi vilano favorito 4" confirmaron la posibilidad. "Tornados" suma. Es una clara muestra de lo que es un blockbuster. Es vistosa, emocionante, con grandes efectos visuales y un diseño sonoro acorde que sólo se disfrutan en pleno en una sala de cine. Más aún, no es sólo un espectáculo visual, es una aventura inmersiva. Entre varias escenas y secuencias memorables está una que sucede justo en una sala de cine. Hay un tornado y la gente se ha resguardado ahí. Es un momento decisivo. Están seguros hasta que el viento comienza a llevarse pedazos y más pronto que tarde lo ha hecho con la pantalla, haciendo que los personajes estén en la misma posición que el espectador y "rompiendo" doblemente los límites entre ficción y realidad. El tornado está en la sala. Con los personajes agarrados de la mano para evitar que alguien salga volando. Con el espectador al filo de la butaca. Eso es "Tornados". Lo dice: "sin aviso. sin escape". Esa es la magia del cine y "Tornados" la tiene.
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EE. UU. 2024 - 2h 2m
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