“¡¿Me estás hablando a mí?!” Travis Bickle, viéndose al espejo.
Confinado a un vehículo en movimiento. Una vitrina de cristal y metal. Un destino pasajero. Una cárcel transparente. Visitas van y vienen. Nada permanece. El taxista viaja solitario, con rostros que suben y bajan como sombras, y palabras que flotan para pronto desaparecer.
Travis Bickle (Robert De Niro), un veterano de Vietnam, maneja por las noches su unidad en la ciudad de Nueva York. Observa con detenimiento las precarias vidas de sus pasajeros. Visita los cines de porno por el día. Trata de entablar contacto. Se interesa en Betsy (Cybill Shepherd), colaboradora de una campaña política. Busca salvar a Iris (Jodie Foster), una adolescente prostituta. Los intentos fracasan. Travis se transforma. Con su Mohawk es una bomba de tiempo.
Martín Scorsese y Robert De Niro se reúnen para dar forma a uno de los grandes clásicos contemporáneos. Una historia moderna, fuerte y contundente. La trama cobra forma gracias a las experiencias del guionista Paul Schrader, quien se nutre de los diarios de Arthur Bremmer (quien trató de asesinar a George Wallace), las notas desde el submundo de Dostoyevsky y la canción “Taxi” de Harry Chapin.
De Niro interpreta a un héroe frágil. Lo hace de una manera en que resulta temeroso. Travis es intimidante. Su presencia impone. Su interior conflictúa y conmueve. Es atrayente, hipnótico en su paradoja. Con él, De Niro entrega una de sus más emblemáticas interpretaciones y se inscribe en los anales de la historia del cine. La Academia lo consideró en la categoría de Mejor Actor. El filme obtuvo otras tres nominaciones como Mejor Película, Mejor Actriz de Reparto para la inquietante y depresiva actuación de Jodie Foster, y Mejor Banda Sonora para el último trabajo del músico Bernard Hermann. Scorsese fue ignorado.
Pero “Taxi Driver” es una de las joyas con las que Scorsese ha demostrado su innegable talento como contador de historias y analista social. “Taxi Driver” es imperturbable porque Scorsese consigue que el público se interese en su protagonista, que vea lo que él experimenta. Y es por ello que el dolor más fuerte lo representa el rechazo y no la muerte. La primera es contundente, terminal. El primero, latente e interminable.
EE.UU. 1976
Director: Martin Scorsese.
Reparto: Robert De Niro, Jodie Foster, Cybil Sheppard, Peter Boyle y Harvey Keitel.
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