El virus llega a Netflix.
"Resident Evil" es la franquicia más exitosa de videojuegos en haberse diversificado con siete filmes, el último un reboot, una serie animada y novelas. Esta serie retoma, como principio, los hechos del videojuego, aunque funciona bajo su propio universo; tampoco está ligada con la continuidad de las películas.
La serie se cuenta en dos líneas del tiempo. La primera ve a Jade Wesker (Ella Balinska) en 2036 cuando el T-Virus ha reducido notablemente la población mundial, superada por los "ceros" o contagiados y quiénes funcionan como una suerte de zombis o mutantes caníbales. Jade busca encontrarle una solución al virus mientras es objeto de una cacería por parte de Umbrella, la organización responsable del virus. 14 años antes, Jade (Tamara Smart) y su gemela fraternal Billie (Siena Agudong) llegan con su padre, Albert Weskler (Lance Reddick) a Nueva Raccoon City. Él debe encontrarse una solución a la inestabilidad del T-Virus. Ellas, descubren secretos y deciden actuar, complicándolo todo.
Antes que todo debo decir que no soy fanático de la serie. La conozco en términos generales y seguro los fanáticos tendrán opiniones distintas. Es una serie de ciencia ficción con zombis que cumple con los requisitos del género, le guiña por momentos al horror y plantea algunos dilemas filosófico-científicos, pero que no se distingue especialmente de otras y que deja claras sus intenciones de detonar, al menos, otra temporada.
Entre las fortalezas de "Resident Evil" está que sabe dosificar su información mientras alterna las líneas del tiempo, teniendo varias sorpresas y desarrollando lo suficiente algunos personajes secundarios. Ella Balinska, quién tiene experiencia en la acción gracias al reboot de "Ángeles de Charlie" y a la cinta independiente de terror "Run Sweetheart Run", sale bien librada como heroína de acción. Está a la altura y, mejor aún, le da dimensión a un personaje bastante complejo y sobre el que la historia aún no desarrolla lo suficiente. Jade enfrenta el saberse fruto de un vientre de alquiler, haber sido genéticamente modificada, ser copartícipe indirecta de que el T-Virus se haya esparcido, ser madre, tener una pareja y mucho drama familiar. Gran labor de casting, por cierto, Tamara Smart, quién hace a la versión adolescente de Jade es muy parecida y es fácil creer que se trata de la misma persona. Caso similar al de Siena Agudong y Adeline Rudolph, responsables de dar vida a Billie, personaje también complejo (de alguna manera vive con el virus) y que le agregan a los dilemas, muy en el corte shakesperiano y de tragedia griega.
Lance Reddick tiene uno de los personajes más demandantes como Albert Wesker, máxime que el científico esconde secretos que incluyen la gestación de sus hijas, el motivo de ello y una salud endeble a causa de ser un clon. Es uno de los temas de la serie que merecería más desarrollo. Wesker hace, con detalles, distinguibles a Bert, Alby y Al, los distintos clones. También da gusto ver a Paola Núñez en uno de los personajes centrales, Evelyn Marcus, hija de James Marcus, dueño de Umbrella. De Evelyn apenas se ve la punta como la hija que intenta recuperar el legado de su padre, que intenta llevar un matrimonio y ser madre.
"Resident Evil" abre mucho en una primera temporada que, sin ser del todo original, promete y, probablemente prometa más para quiénes desconocemos el universo del que proviene. Para sobrevivir deberá encontrar qué la distingue del género y dentro de la propia franquicia. De otra manera se enfrentará al agotamiento que ya se le ve a otros como "Rápidos y furiosos" o "Jurassic Park-World", después de todo qué tanto se puede ser relevante con el mismo truco una y otra vez. Por el momento, el virus funciona, quién sabe cuánto tiempo más.
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EE. UU. 2022 - 8 Episodios de alrededor de 1 hora
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