Esta serie animada gay de espías para adultos no es para todos.
Steve Maryweather (Sean Hayes) se gradúa como el primero en su clase para ser reemplazado por un agente heterosexual cuando se le ocurre salir del clóset en plena graduación de la Sociedad Americana de Inteligencia (AIA por sus siglas en inglés que se suman a los muchos juegos de doble sentido que se incluyen). De ahí, es enviado a armar su equipo y esperar y esperar y esperar para recibir una misión. Luego de diez años (es paciente el muchacho), decide tomar la acción en sus manos y pronto se ve con un agente extra, uno heterosexualmente voyerista, impuesto por la AIA y en medio de una conspiración que incluye a la propia agencia, ambiciosos empresarios y gobiernos desalmados.
El primer episodio me dejó un tanto desorientado aunque quizás, ahora que lo pienso mejor, abrumado. Esta serie es gay y no trata de ocultarlo en ningún momento. Hay un chiste gay y una referencia a la cultura gay-pop tras otro. Sí, hay muchos estereotipos, pero ése también es el chiste. Esta es una serie gay hecha por gays, para gays y gays friendly. Eso explica porqué a muchos les ha parecido de mal gusto y es que sólo la comunidad gay puede decir y bromear de sí misma como lo hace la serie.
El equipo de Q-Force (la Q es por Queer que es una forma de referir a lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) está conformado por Maryweather, Mary para los amigos, un gay metrosexual; Stat (Patti Harrison), una hacker lesbiana y emo; Deb (Wanda Sykes) una lesbiana mecánica, ruda y con esposa y Twink (Matt Rogers), una gay amanerado que es maestro del disfraz; el agente Rick Buck (David Harbour) es el heterosexual que se les suma y V (Laurie Metcalf), la Directora y única mujer en ese nivel, a la que responden. Ya desde ahí puede verse que la serie cubre el abanico del arcoíris LGBT+ y que juega con ello como lo sugiere el que uno de los personajes se llame Twink, forma usual de llamar hombres gays jóvenes, delgados, generalmente blancos y siempre de aspecto aniñado. El talento vocal está conformado también por figuras de la comunidad como Sean Hayes y Wanda Sykes.
"Q-Force" hace bien su trabajo, resuelve en cada episodio, suma al conflicto central y también a la historia y desarrollo de sus personajes, volviéndose no únicamente un thriller de acción y comedia, sino una exploración de los retos sociales, políticos y culturales de la comunidad. Lo hace con mucho sentido del humor e integrando referencias icónicas que más de uno agradecerá. Por ahí hay un episodio en honor a "Brokeback Mountain" (con todo y referencia a Ennis Del Mar interpretado por Heath Ledger), otro a "L. A. Confidential" (con homenaje a Kim Basinger) y apariciones de íconos como Julia Roberts en "Erin Brokovich, una mujer audaz" o Anne Hathaway en "El diario de la princesa" e incluso cameos como el de Jane Lynch.
En "Q-Force" hay mucho doble sentido, lenguaje altisonante, semidesnudos y desnudos masculinos integrales. Ese "atrevimiento" es parte de lo que hará de esta serie un crimen para algunos y un deleite para quiénes no estén más dispuestos a dejar la verdad y la diversión en el clóset.
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EE. UU. 2021 - 10 Episodios de menos de 25 minutos
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