“Sólo cierra tus ojos, pero mantén tu mente bien abierta,” Leslie.
El Puente que lleva a Terabithia no es el tradicional. No lleva a otro mundo. Pero incluye magia, fantasía y mucha creatividad.
Bastante subvalorada y poco difundida, “Puente a Terabithia” es una pequeña joya. La historia, adaptada de la novela homónima ganadora del premio Newberry y escrita por Katherine Patterson, se centra en la amistad entre dos preadolescentes. Jesse Aarons (Josh Hutcherson) es el único hijo varón en una familia de pocos recursos con cinco descendientes. El niño se siente marginado y la exigente actitud de su padre poco mejora la situación. En la escuela el escenario no es muy distinto. Es un buen alumno, pero sufre las burlas de sus compañeros. Su intención es cambiar las cosas. Ha practicado intensamente para ganar una carrera de atletismo. Cuando llega el momento, Leslie Burke (AnnaSophia Robb) le gana. Leslie es la nueva en la escuela. Y aunque no es en principio del agrado de Jesse pronto inician una amistad. Juntos crearán Terabithia, un universo que vive en sus mentes, se proyecta en los dibujos de Jesse y cuyos vínculos con la realidad los constituyen sus propias experiencias.
“Puente a Terabithia” no es la típica historia fantástica. Tampoco es un filme complaciente y su final es poco menos que convencional. Todo eso se agradece. Es una bocanada de aire fresco para un género que comienza a saturarse y que poco ha hecho por escapar a los lugares comunes. En principio, “Puente a Terabithia” no se centra en seres fantásticos sino en emociones. No busca presentar otra realidad sino destacar el acto de soñar, la capacidad creadora y su vínculo con el espíritu juvenil. Terabithia existe porque Jesse y Leslie creen en ella. El espectador tendrá oportunidad de conocerla; verá a sus habitantes (algunos trolls y monstruos) pero la acción ocurre en su mayoría en la realidad.
Ganadora de cinco premios Young Artist, incluyendo Mejor Película de Fantasía o Musical, y Mejor Actor y Actriz Juvenil para Hutcherson y Robb, “Puente a Terabithia” es sumamente recomendable. Gabor Csupo introduce sutilmente los elementos fantásticos, no abusa de los efectos especiales y logra un buen balance. Como Jesse y Leslie, Hutcherson es melancólico, meditabundo e imaginativo; Robb carismática, energética e inspiradora. Zooey Deschanel es un buen contrapeso como la estimulante y empática maestra de música.
Quizás los niños más pequeños deban esperar para cruzar el puente a Terabithia. El clímax es un tanto crudo e involucra un hecho que inevitablemente conlleva el enfrentar la realidad y crecer. Pero ello, como se muestra al final, no significa renunciar a creer. En cualquier caso, los niños deben verla y después discutirla con sus padres. Ambos se divertirán. A ambos les dará que pensar.
“Puenta a Terabithia” es un filme honesto que rescata y celebra el valor de la imaginación, y le rinde tributo a la familia y la amistad. Es un puente que debe recorrerse siempre. Uno que recuerda que la infancia y la imaginación no es algo que deba sepultarse en la adultez. Precisamente por y para ello se ha construido el puente. Ahora sólo hay que cruzarlo.
(Bridge to Terabithia)
EE.UU. 2007
Director: Gabor Csupo.
Reparto: Josh Hutcherson, AnnaSophia Robb, Zooey Deschanel, Robert Patrick.
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