Reese Witherspoon se ha convertido en una fuerza importante en Hollywood. Hello Sunshine, su productora, está detrás del éxito de series como "Big Little Lies", "The Morning Show" y "Pequeños fuegos por todas partes", sin contar otros tantos filmes, entre ellos "Alma salvaje" y "Perdida". Gran parte de las historias provienen de novelas; Whiterspoon es una ávida lectora.
La novela homónima de Celeste Ng es la base de este drama que contrasta las vidas de la rubia Elena Richardson (Whiterspoon), mujer de sociedad, madre de cuatro y periodista para quien todo debe estar en control y en su justo lugar; Mía Warren (Kerry Washington), madre soltera, artista, una mujer de color que se hizo a sí misma. Es la década de los 90, Mía llega a Shaker Heights, Ohio, una comunidad "perfecta". Elena, se apresura a ayudarla, pero poco imagina en que al tratar de "encajarla" todo lo demás se verá alterada por ello.
La gran virtud de "Pequeños fuegos por todas partes" está en que genera por igual empatía por sus protagonistas, dos mujeres completamente distintas que, sin embargo, provienen del mismo lugar: la lucha por definir y defender quiénes son de acuerdo al lugar que les tocó en la sociedad y balanceando en ello principalmente sus roles como madres y profesionales. La serie evita en gran medida lugares comunes y se construye teniendo por trasfondo diferencias raciales y la maternidad; en cómo el pájaro de la jaula de oro puede haberse convertido a su vez en jaula, como bien pregunta uno de los personajes ("¿Fui el pájaro o la jaula?").
Whitherspoon y Washington sacan chispas cada vez que están a cuadro. El guion evita que la balanza se incline por una u otra y establece muy bien un contexto que aunque en cierto grado distinto al actual, explica muy bien lo que todavía sucede y que tiene que ver inevitablemente con el lugar desde el cuál se mira; un lugar que no se escoge. Y eso explica el eterno conflicto entre lo que se tiene y lo que se quiere, encarnado por Pearl, la hija de Mía, quién no es un espejo muy distinto en torno a lo que la propia Elena tuvo que decidir y que ahora también enfrenta Izzy, su hija menor.
En fin... que con cada decisión se van encendido pequeños fuegos que bien pueden inspirar arte (otro de los temas de la serie), como en el caso de Mía, o bien pueden tener consecuencias inimaginables. Al final, el fuego permitirá o al menos intentará reconstruir sobre la premisa que plantea Lexi, la hija mayor de Elena, "no sé cómo ha sido para ti, pero tú tampoco sabes cómo ha sido para mi". En el punto intermedio está la respuesta.
8 Episodios
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