Éste debería ser el final.
John B. (Chase Stokes) y compañía están varados en una isla que han denominado "Poguelandia" (la tierra de la clase trabajadora). El rescate les llega por sorpresa y de ahí no dejan de llegar: hay un nuevo interesado en encontrar el tesoro dispuesto a todo, Carlos Singh (Andy McQueen); Big John (Charles Halford), padre de John B., quiere completar su misión al lado de su hijo, pero desconfía de sus amigos y, en especial de Sarah (Madelyn Cline); Ward (Charles Esten) quiere reivindicarse, pero Rafe (Drew Starkey) no está dispuesto a ceder y Sarah no quiere saber nada de él.
Los primeros episodios están más centrados en los personajes y hacen buena labor en desarrollarlos, sobre todo cuando regresan: JJ (Rudy Pankow) debe enfrentarse a que fuera de sus amigos ya no tiene nada y tampoco sabe bien cómo interpretar sus sentimientos por Kie (Madison Bailey); Kie se ve sorprendida por las nuevas medidas que sus padres quieren tomar para que enderece el camino; Sarah, de ser una joven adinerada y con familia, ahora sólo tiene a John B.; Pope (Jonathan Daviss) dejó pasar oportunidades y siente algo por Cleo (Carlacia Grant). También se le da más juego a Rafe, convertido en uno de los antagonistas de la temporada y a Topper (Austin North), eterno enamorado de Sarah, dispuesto a todo por ella. Sin embargo, conforme avanzan los episodios la serie de nueva cuenta los deja de lado para centrarse en la acción.
Hay planteamientos interesantes, en especial los que tienen que ver con las relaciones entre padres e hijos y más aún entre John B. y Big John, donde el primero quiere recuperar el tiempo y disfrutar que tiene un padre; el segundo no quiere perder un minuto para encontrar el tesoro. El otro caso en especial interesante es el de Ward y Sarah, máxime después de que él intentara matarla en la temporada anterior. Madelyn Cline ha mostrado ser una actriz solvente, la serie le da poca oportunidad de profundizar en el sentir de Sarah. Vaya, el arrepentimiento de Ward llega a parecer por momentos más un acto de magia tras despertar del accidente que un acto de reflexión. Aun así, el personaje tiene un buen momento de redención. Está latente la intención de decir que el tesoro más importante es la amistad y la familia, pero queda diluido por el resto.
"Outer Banks" sigue funcionando porque sabe bien cuáles son sus fortalezas: el misterio del tesoro que por fin se resuelve (un tanto rápido al final, hay que decirlo), un elenco muy carismático y atractivo que se defiente bastante bien (aunque por ahí a Chase Stokes todavía le falla en un par de momentos) y que luce aún más porque todo sucede en lugares paradisiacos, mucho drama, secuencias de acción llamativas (destaca una en carretera y con motos para intentar recuperar la cruz) y hermosos paisajes.
Una temporada cuatro de "Outer Banks" ya ha sido confirmada. Sí, hay un cliffhanger en el desenlace, pero lo cierto es que habrían hecho bien en cerrarla aquí, donde se concluye el misterio central y, si acaso, redondeando mejor a los personajes. No hay misterio en por qué continuará, "Outer Banks" es una de las series juveniles y de aventura más exitosas de Netflix y como les pasa a sus personajes a estas alturas Netflix ya no tiene "nada que perder".
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EE. UU. 2023 - 10 Episodios de alrededor de 1 hora
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