"Las historias que realmente ayudan son las verdaderas," Hypatia
Luz e iluminación entre la Oscuridad.
"Orión y la Oscuridad" es quizás la primera sorpresa de 2024 o al menos el primer acierto de animación del año, una producción de DreamWorks distribuida por Netflix. Está basada en el libro para niños de Emma Yarlet y tiene un guion de Charlie Kaufman en el que es su trabajo más accesible, no por ello de menor profundidad y es que entre sus trabajos están en "¿Quieres ser John Malkovick?", "Adaptación" y "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", ésta última le dio el Oscar a Mejor Guion Original. Recientemente, Kauffman había estado incursionando también como director de sus propias ideas y se había vuelto quizás un tanto más intrincado y críptico con "Nueva York en escena", "Anomalisa" y "Pienso en el final". "Orión y la Oscuridad" es una buena sorpresa en todos los sentidos.
Orión es un niño de once años que le tiene miedo a casi todo o probablemente a todo y no, no es exageración, hasta tiene una lista que incluye el mar, la radiación de los celulares, payasos asesinos o ser rechazado por Sally, la niña que le gusta. Entre sus miedos que le provocan ansiedad está, desde luego, la oscuridad. Una noche, la Oscuridad lo visita. Está cansada de escuchar las quejas de Orión y para ponerles fin lo lleva de viaje con ella para que conozca sus beneficios. Nota, en la película, Oscuridad es un ente masculino.
La estructura de "Orión y la Oscuridad" es clásica y es fácil identificar los tres actos y el viaje del héroe sobre la cual se teje, pero la mano de Kaufman se siente en los múltiples niveles que le da. Es decir, a primera vista pareciera ser una aventura lineal sobre el miedo, pero luego sorprende cuando revela que la historia que se ve está siendo contada por Orión a su hija Hypatia (y más adelante hay un par de giros que revelan un meta relato con más capas). Más aún, ello le permite entrelazar ideas que hacen que el miedo no sea el único frente que aborda. Es también sobre las relaciones entre padres e hijos, el legado entre ellos, sobre la socialización y también sobre las historias y su poder. Todo ello en medio de un universo muy inventivo que incluye a otros entes de la noche: Dulces Sueños, Ruidos Inexplicables, Insomnio, Silencio y Sueño. Cada uno está personificado en alegorías entrañables que hacen accesible el comprender las funciones que tienen. El talento vocal que les da vida es también de primer nivel y le añada a la experiencia. Por ejemplo, Angela Bassett le da voz a Dulces Sueños, Paul Walter Hausser en Oscuridad y Jacob Tremblay está a cargo de Orión. En la mezcla de alegorías está una muy cool versión de Luz que incluye, desde luego, lentes de sol. El narrador de lujo es el ya legendario director alemán, Wener Herzog.
La sofisticación intelectual de "Orión y la Oscuridad" pareciera indicar o podría dar a pensar que se trata de un filme poco accesible, nada más equivocado. Funciona muy bien como una gran aventura. La animación y la estética fácilmente toman a los niños. Los niveles discursivos la hacen también relevante para los adultos. "Orión y la Oscuridad" abre puentes entre generación y sus detalles la hace también un viaje para visitar una y otra vez y encontrar en cada nueva vista otros detalles.
Orión es uno de los hijos de Poseidón, el dios de los mares. Es un el cazador de la mitología griega a quién Zeus coloca en el cielo en la constelación que lo identifica. Orión significa "la luz del cielo" y "Orión y la Oscuridad" es un filme de luz y que da luz por una simple y poderosa razón. Hypatia, la hija de Orión y nombrada en honor a una de las primeras mujeres filósofas, astrónomas y matemáticas (el nombre significa alto, supremo), lo dice "las historias que realmente ayudan son las verdaderas" y "Orión y la Oscuridad" tiene verdad, mucha verdad, mucha luz. "Orión y la Oscuridad" apunta con su flecha y enciende esa luz,
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EE. UU. 2024 - 1h 33m
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