La clave está en el tono...
Netflix comienza con el pie izquierdo la temporada navideña. "Mejor Navidad ¡Imposible!" es obra de Mary Lambert, quién hace dos años entregó, en la misma época, "Un castillo para Navidad" con Brooke Shields. Aquélla era una comedia romántica promedio, cumplidora. Ésta es una comedia sosa y simplista que intenta resolver sus carencias recurriendo al melodrama y la manipulación sentimental.
Heather Graman es Charlotte Sanders, una experta en tecnología con una vida promedio. Está casada con Rob (Jason Biggs), tienen dos hijos y trabajan por salir adelante. Cada Navidad, con excepción del año pasado, recibe una tarjeta navideña de Jackie (Brandy Norwood) que le molesta sobremanera. En ella Jackie cuenta cómo le ha ido a su familia en el año y, desde luego, lo que cuenta es de revista o de redes sociales: su hija de 10 años acaba de entrar a Harvard, su hijo mayor está haciendo causas benéficas en África, su esposo es un exitoso instructor de artes marciales y ella se ha jubilado vendiendo en una cantidad millonaria su empresa de aviación. Por un error terminan para las fiestas en su casa, en lugar de la de sus padres.
De buenas intenciones está hecho el infierno, dicen, y éste es el caso. El objetivo de tomar las tarjetas navideñas que se caracterizan justo por mostrar una imagen perfecta de las familias está en hablar, por un lado, de la importancia de no juzgarlas, y en la de valorarlas como un espacio para seguir en contacto y dar esperanza. Las películas navideñas tienen ese objeto, el ser reflexivas y sentimentales, pero hay niveles.
"Mejor Navidad ¡Imposible!" le juega a la nostalgia desde su reparto. Brandy Norwood, Heather Graham y Jason Biggs son todos estrellas del cine y televisión de los 90's. Norwood con la serie "Moesha" y luego como cantante; Graham en clásicos del cine como "Austin Powers: El espía seductor" o "Boogie Nights" y Biggs en las películas de "American Pie". La comedia se les da, son carismáticos y tienen presencias agradables. El problema de "Mejor Navidad ¡Imposible!" no son exactamente ellos, aunque es inevitable notar que hay una disparidad. El filme establece que Rob y Jackie fueron novios en sus años escolares y que Charlotte les es contemporánea. Es imposible pues, aunque Graham sigue viéndose muy bien la referencia que hay de los tres los coloca en rangos de edad, en automático distintos y se nota. Los primeros dos tienen 43-44 años; Graham está ya en los 53. Hay casi una década de diferencia que le resta verdad a la dinámica.
El problema, sin embargo, de "Mejor Navidad ¡Imposible!" está en el guion. Es simplista, sin ningún desarrollo real de personajes, con una obviedad y un absurdo tras otro. Por ejemplo, en algún momento un globo aerostático se convierte en un elemento importante para la historia. El cómo funciona y el qué sucede está resuelto sin cualquier falta de lógica. ¿A quién se le ocurriría bajar las escaleras en pleno vuelo? Dejen ustedes eso, la manera en cómo lo hace y el resultado es de cartón. Es de una producción para televisión o de un trabajo escolar. No es el único caso, el giro de tuerca central, cuando se revela aquello que "no es tan perfecto" en la vida de Jackie sucede de manera gratuita y justo para causar, o mejor dicho manipular, las emociones. Y es que así está hecho todo, de forma gratuita y sin ninguna exploración real o algún intento de darle un poco de profundidad a la historia. ¿Sobre la comedia? La hay, nada especial, nada de mal gusto tampoco.
Lo memejor de "Mejor Navidad ¡imposible!" es el final. Lo es porque Norwood canta y lo hace muy bien. Lo es porque justo es el final de un filme fallido. De un filme que es "¡Imposible!" en todo el sentido irónico que refleja lo nada "mejor" que es.
🎄
EE. UU. 2023 - 1h 21m
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