Ya era hora, Luis Gerardo Méndez.
Renato (Méndez) ha estado alejado de su padre por años. Los dejó para irse a EE. UU. luego de una crisis económica y jamás volvió. Ahora se entera que está por morir, así que viaje para despedirse y descubrir que tiene un medio hermano, Asher (Connor del Río). Renato quiere entender qué paso, pero para hacerlo deberá, junto a Asher, descifrar las pistas que su padre dejó y deberá hacerlo rápido pues en tres días es su boda.
"Medios hermanos" cumple. Vaya, no es particularmente especial, pero se pasa a buen ritmo, tiene sus momentos graciosos, construye un final emotivo y da cuenta de un Luis Gerardo Méndez mucho más desenvuelto, lejos de las pretensiones de algunos de sus filmes más recientes ("Tiempo compartido" o la insufrible "Camino a Marte") y liberado del rol que en cierta forma ha repetido varias veces, Javi Noble. En medios hermanos es carismático, vulnerable y, se nota, se la estaba pasando bien con Connor del Río con quién tiene buena química. Por cierto, una sorpresa ver a Bianca Marroquín en la película; hace de la mamá de Renato.
"Medios hermanos" es una buddy road movie con lugares comunes, clichés sobre mexicanos y norteamericanos, un poco de consciencia sobre migración, familia y las relaciones entre hermanos y, más aún, padres e hijos. La intención es hablar un tanto de expectativas y redención y lo hace, aunque su principal labor, o al menos la que no se queda a medio camino, es entretener.
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"Half Brothers"
México / EE. UU. 2020 - 1h 36m
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