¿Por qué ya no brilla igual el Sol?
La esperada continuación de la serie de Luis Miguel no se acerca si quiera a los niveles de su antecesora. Comienza donde se quedó la anterior con el funeral de su padre y "respondiendo" el paradero su madre y justo como se trata ese tema, con una suposición que no se confirma, se tratan al resto. La historia se maneja en dos tiempos: los 90's cuando estaba en la cúspide de su carrera y los 2000's cuando enfrenta una crisis a causa del tinnitus que desarrolla tras una falla técnica en un concierto.
La temporada revela poco nuevo y lo que se dice de su relación con su hija Michelle (Macarena Achaga), su hermano Sergio, Ericka (Camila Sodi) o sus representantes Hugo López (César Bordón), Mauricio Ambrosi (Fernando Guallar) o Patricio Robles (Pablo Cruz) es en gran medida ya conocido. Sí hay momentos lindos como cuando le dejan encargada un fin de semana a Michelle y otros emotivos como la muerte de Hugo López o la resignificación de "Hasta que me olvides", pero más que otra cosa se sienten como una serie de anécdotas hilvanadas que pretender dar a entender más historia de la que en realidad hay. Vaya se vuelven "interesantes" porque su vida está ligada a la de otras celebridades y es así como aparecen Frank Sinatra, Armando Manzanero, Daisy Fuentes, Cristian Castro y Paty o Pilar Montegro, aunque de repente se sienten más como pretextos que como recursos para enriquecer la historia y decir algo más de Luis Miguel.
De esta temporada se ha dicho mucho que Luis Miguel se pone como una víctima de las circunstancias y quizás sea cierto en parte, pero lo es aún más que expresa que el gran villano de su vida es él mismo. Como resultado de la manera en cómo creció, en los escenarios, con un padre que lo explotaba y con una madre que desaparece, Luis Miguel crece sin saber cómo expresar sus sentimientos y ése es el error fatal de su personalidad que hace que Sergio no quiera vivir con él o que no comprenda cuando Michelle quiere mudarse con él o que pasen juntos Navidad. El otro error está en la falta de verdad, pues más allá de la anterior, Luis Miguel evita explorar otras cuestiones que se saben le afectaron, en especial los excesos; aquí sólo se le ve beber y fumar un poco y tener sexo ocasional muy ocasionalmente (valga la redundancia), lo que seguramente también ocasionó varios de los fallos en sus relaciones y que podría ser mostrado como una forma de evadirse, pero como se muestra al final en relación al tema de su hija, ese es un tema del que aún no está listo para hablar, del que cree que su público no debe saber, que afectaría su "buena imagen".
Habrá una tercera temporada, ya grabada y anunciada como la final. Qué dirá es un misterio. Hay aún mucho por contar de Luis Miguel, pero si sigue la "estrategia" de esta segunda es probable que nos siga teniendo atentos semana a semana, pero también lo es el que tenga el mismo destino del cantante: ir en caída y ése es justo el efecto contrario de quién debería utilizar ese desenlace para relanzar en toda la extensión de la palabra su carrera . Mientras llega ese momento, esta segunda parte es un tropiezo en el que también se incluye una caracterización de Luis Miguel que no siempre es acertada y una interpretación de Diego Boneta que a veces es más imitación. El Sol sigue brillando, pero su luz ya no ilumina igual aunque quién sabe, quizás pueda recuperar esa fuerza, después de todo el sol sale de nuevo cada mañana.
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México 2021 - 8 Episodios de menos de una hora
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