La intolerancia y la marginación son los principales protagonistas de “Los muchachos no lloran”. Basada en un hecho real sucedido en 1993, la historia muestra a lo que se enfrenta Teena Brandon (Hilary Swank) una vez que decide mostrarse sin máscaras. La joven sufre una crisis de identidad sexual y asume una nueva como Brandon Teena, convencida de que la naturaleza se equivocó y de que es un hombre en un cuerpo de mujer. Así, Brandon busca quien la comprenda y acepte por lo que es, lo cual logra con un grupo de jóvenes de Falls City donde conoce y se enamora de Lana (Chloë Sevigny). Todo va bien hasta que se descubre que aquél delgado joven no es lo que parece. Las consecuencias son por demás trágicas.
“Los muchachos no lloran” es una cinta que muestra lo que puede suceder cuando el ser humano está dispuesto a descubrirse sin máscaras ni barreras en una sociedad que admira, pero condena lo diferente. Ese es el caso de Teena. Una joven que tuvo que disfrazarse para ser. De esta manera el proceso que viven los jóvenes por encontrar su identidad es plenamente reflejado en esta cinta que además señala la marginación que sufren al llevar a cuestas distintas etiquetas: homosexual, ex convicto, travestido, madre soltera, adicto...
Alejada del romanticismo y llena de crudeza y tensión sexual, la película, se atreve a señalar que la sociedad aún no está preparada para aceptar las diferencias. “Los muchachos no lloran”, ha sido reconocida como una de las mejores cintas de 1999. El trabajo de Swank (“Karate Kid 3”) le valió el Oscar y el Globo de Oro como Mejor Actriz.
El desenlace de esta historia de esperanza, miedo y valor tal vez tenga un tinte moral para algunos. Sin embargo, no refleja más que los demonios internos de aquellos que aún llevan puestas máscaras, de aquellos que no aceptan las diferencias y aún más irónico, de aquellos que le tienen miedo a lo diferente por ignorancia, evasión y por qué no, hasta por identificación.
Boys Don’t Cry
EE.UU. 1999
Director: Kimberly Peirce.
Reparto: Hilary Swank, Chloë Sevigny, Peter Sarsgaard, Brenda Sexton III, Alison Folland.
Artículo inicialmente publicado en el periódico estudiantil “La Catarina” de la Universidad de las Américas-Puebla. Derechos Reservados de Carlos Andrés Mendiola H.
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