Tras ver la película, leer la novela es como recorrer un paisaje que se pinta paso a paso, y con cada pasa reencontrarse con aquello que fue y ahora es, pero de forma tenue; con cada paso descubrir algo nuevo. La pluma de Aciman escribe con asombro, melancolía y sensibilidad el despertar de Elio, su encuentro con Oliver y la huella imborrable que dejó más allá de esa despedida que la pantalla grande atestigua y de esa llamada que le sigue... más allá de ello, dejando constancia de ese adiós que es presencia, de esa distancia que es memoria y de esas vidas que permanecen unidas a la distancia. Una lectura más que para el corazón para el alma... para ese sentimiento único y que sólo se vive cuando se encuentran con esa personas las estrellas y que hacen que ese "ser llamado por tu nombre" se tanto un puente como un reflejo. 📖📖📖📖📖
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