“El riesgo más grande en la vida es no tomar ningún riesgo,” frase promocional.
Basada en la obra de teatro ganadora del Premio Pullitzer de David Auborn, “La prueba” es un thriller que no ha recibido el reconocimiento que merece a causa de su parecido con la ganadora del Oscar “Una mente brillante” (2001), historia con la cual comparte fuente de inspiración: John Nash, un prodigioso matemático con esquizofrenia.
“La prueba” reúne de nuevo a Gwyneth Paltrow con John Madden, quien la dirigiera en “Shakespeare apasionado”, filme que recibiera el premio de la Academia y por el cual Paltrow obtuviera el galardón como Mejor Actriz. En esta ocasión Paltrow repite en el personaje que interpretara en la puesta en Londres. Paltrow es Catherine, una joven universitaria que dejó sus estudios y una prometedora carrera en las matemáticas para cuidar a su padre, Robert (Anthony Hopkins), un brillante matemático que pasó sus últimos tres años en un inclemente deterioro mental. Pocos días después de su muerte Catherine se queda con una casa llena de cuadernos con anotaciones. Hal (Jake Gyllenhaal), uno de los estudiantes de Robert, le pide permiso para revisarlos y descubrir si en alguno hay alguna prueba matemática que haya quedado como legado. Mientras Catherine enfrenta su pena, afronta su propia salud mental, se cuestiona los límites de su capacidad intelectual y desarrolla sentimientos por Hal, su hermana, Claire (Hope Davis), llega desde Nueva York para intentar arreglarlo todo.
John Madden, nominado por este trabajo al León de Oro en el Festival de Venecia, saca adelante la difícil tarea de hacer palpable, emocionante y conmovedora una historia que, desarrollada en un ambiente académico y de instabilidad mental, fácilmente podría caer en la incomprensibilidad y el tedio. Madden maneja bien la estructura narrativa de la historia que, por medio de flashbacks mantiene a la audiencia entre el pasado y el presente, con la intención de mostrar los eventos que han hecho de Catherine quien es. La estrategia funciona también para mantener al espectador pendiente y dudoso de la cordura de Catherine. Paltrow brinda una de sus mejores y más complejas interpretaciones como Catherine. La actriz, nominada al Globo de Oro como Mejor Actriz Dramática, carga con el peso de la historia. El personaje es un tanto parecido al que hiciera en “Sylvia” (2003), pero en esta ocasión elabora un personaje de múltiples dimensiones. Son justo los conflictos entre sus deseos los que le dan profundidad a la película. Catherine quiere y puede ser una gran matemática pero teme avergonzar a su padre, quiere serle leal pero, también destacar por méritos propios. Es una mujer con su destino en la manos y el temor de tomarlo.
A Paltrow la acompaña un Jake Gyllenhaal en plena forma. Por su labor en 2005 (“La prueba”, “Soldado anónimo” y “Secreto en la montaña”) el actor recibió un premio especial de la Sociedad de Críticos de San Diego. Anthony Hopkins exprime cada momento que tiene en pantalla. El contrapeso lo pone una muy efectiva Hope Davis, como la hermana controladora y temerosa de la herencia que puede cargar su hermana.
Aunque “Una mente brillante” y “La prueba” abordan un tema similar, el tratamiento que hacen de él no puede ser más distinto. La primera tiene como ventaja haberse estrenado antes y ser una biopic, pero “La prueba” es poderosa en su propio estilo y por méritos propios. Comunica efectivamente el ambiente académico, incluso para aquellos que no entienda mayor cosa sobre matemáticas, pero sobre todo, interioriza en niveles insospechados del ser humano. “La prueba” hace honor a su nombre y supera la prueba.
Proof
EE.UU. 2005
Director: John Madden.
Reparto: Anthony Hopkins, Jake Gyllenhaal, Gwyneth Paltrow, Hope Davis.
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