"La excavación" es un título en principio árido o al menos a mí no me parecía especialmente atractivo o evocador, pero hay que decirlo, hay cierto misterio en él, hay nostalgia, y, mejor aún, hay mucho que descubrir y valorar.
En 1939, en la víspera de la entrada de Inglaterra a la Segunda Guerra Mundial, un barco mortuorio fue encontrado con una carga con piezas del periodo anglosajón, "La excavación" cuenta la historia del descubrimiento, uno de los más importantes de la época. Los protagonistas son Edith Pretty (Carey Mulligan), la viuda dueña del lugar que enfrenta una enfermedad y que teme dejar huérfano a su hijo; Basil Brown (Ralph Fiennes), un excavador que aprendió el oficio en el campo de batalla y que es hecho menos por quiénes tienen estudios formales, y el grupo de exploradores entre quiénes se encuentra un "renombrado" arqueólogo, el hermano de Edith y una joven pareja con un "pequeño detalle de atracción".
Hay mucho de bueno en "La excavación". En términos de "los hechos reales" que se rescatan de la novela del mismo nombre de John Preston, la verdad es que no hay tanto decir. Entonces, ¿Cómo se sostiene una película de casi dos horas? Lo hace teniendo por protagonista a la excavación propia y, por ende, a varios de los actores alrededor de ella, sobre quiénes elabora y hurga al mismo tiempo. "La excavación" es una metáfora de lo que al mismo tiempo están viviendo, de maneras distintas, Edith, Basil y otros personajes, entre ellos Peggy (Lily James), la esposa del matrimonio joven. El ritmo pausado, que no se siente lento, permite que los actores llenen de capas sus interpretaciones. Carey Mulligan, en especial, sobresale por la manera en cómo se transforma en una mujer cuya edad no se revela, pero que se asume es mayor de lo que aparenta; Mulligan tiene 35, Pretty tenía 56 al momento de los hechos (Nicole Kidman, de 53, originalmente habría hecho la parte).
Por otra parte, "La excavación" utiliza como otro recurso para darle capas a los hechos el sobreponer diálogo con distintos hechos y acciones, lo que le da cierta agilidad y, sobre todo, contribuye a darle profundidad; hay más entre lo que se ve, se dice y se escucha. Más aún, con su fotografía en tonos sepias, es una reflexión, un discurso, sobre el paso del tiempo, sobre cómo el pasado existe gracias a lo que se vivió en él y, todavía más, sobre el valor de recordar y recuperar, como esta misma película hace sobre el propio Basil Brown, quién fuera "borrado" de los reportes iniciales y recuperado hasta 2009. Cuando Edith le dice, "Morimos. Morimos y decaemos. No permanecemos", él le responde con sabiduría, "Desde la primera huella de una mano humana en la pared de una cueva, somos parte de algo continuo. Entonces, nosotros... realmente no morimos." "La excavación" nos revela eso y eso es suficiente para recordar, para vivir y para permanecer.
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Reino Unido 2021 - 1h 52m
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