"¿Alguna vez miras a alguien y te preguntas, '¿Qué está pasando dentro de su cabeza?' Bueno... pues yo sé," Alegría
Es momento de conocer a las voces... dentro de tu cabeza.
Era 2009 y Pete Docter, director de "Monsters Inc." y "Up", notaba cambios en su hija, una niña. La curiosidad lo llevó a exporar qué pasaba en el interior de todo niño, en sus emociones. El resultado fue, seis años después, "Intensa Mente" donde Riley, una niña de 11, es el escenario. Riley se ha mudado a otra ciudad con sus padres e intenta encontrar su lugar. En su "centro de operaciones" están Alegría, Tristeza, Enojo, Disgusto y Miedo, las emociones que buscan ayudar a Riley a salir avante en el día a día y más ante un cambio tan drástico. Cuando Alegría intenta evitarle mayor Tristeza a Riley en su primer día de clases en la nueva escuela causa un desperfecto y ambas acaban fuera del centro de control, dejando a las otras emociones a cargo y a Riley a punto de huir de casa. Entonces, Alegría y Tristeza deben encontrar su camino de regreso para evitar una tragedia.
"Intensa Mente" es una de las grandes películas de Pixar. Simplemente en el meta sitio Rotten Tomatoes tiene un 98%, una calificación casi perfecta y ese espacio sólo da lugar para discutirla más y mejor (sí, es un comentario muy de Alegría y es cierto). "Intensa Mente", en principio, es una gran aventura que sucede en fantásticos escenarios donde conviven las emociones, pero también donde se construyen los recuerdos y donde se procesa el día a día y se registran de manera intangible las emociones.
Alegría es una gran protagonista, optimista por naturaleza, inventiva y muy bien intencionada, pero, ya saben, "de buenas intenciones está lleno el infierno". Tristeza es su "némesis", pero es igual de entrañable. Pixar hace un gran trabajo en la construcciones de los personajes, de lo gráfico o estético a lo conceptual y las personalidades. Alegría está construida sobre una estrella y es principalmente amarilla y brilla, Tristeza es azul y una lágrima, Miedo lila y un nervio, el brócoli inspiró a Disgusto y un ladrillo de fuego a Enojo; sus lenguajes no verbales son acordes y verles recuerda cómo somos en conjunto, pero también cómo algunos "son más de una u otra". La convivencia entre las emociones es muy divertida, pero, más aún, muy sencible y explicativa. Verlas moverse una tras otra para hacer funcionar a Riley, para salvarla de un peligro (Miedo) o de intoxicarse (Disgusto), es fascinante. Pixar ha hecho un gran trabajo. Inicialmente se pensó en 27 emociones, pero eran demasiadas. Las seleccionadas, al final, son las principales y corresponden en gran medida a las identificadas por el psicólogo Paul Ekman. Por ejemplo, a Sorpresa se le dejó fuera pues era cercana a Miedo (es incluida por Ekman quien considera seis principales; desprecio que no aparece esta en su lista y en lugar de ellas está justo Alegría). Tener más emociones, complicaba incesesariamente la historia.
El trabajo que hace el filme no sólo está presente en las emociones sino en todo el universo interno que construye y que incluye islas con los aspectos importantes para Riley, a su amigo imaginario, la creación de recuerdos y el proceso de todo lo que vive. Es toda una maquinaría que Docter y equipo saben bien cómo presentar y desarrollar para contar a través de ellas lo que sucede frente al cambio, el antagonista (sí, ésta vez no es otro personaje, es una situación, es la vida) y cómo ese cambio lleva a recuerdos más complejos. Al final, por ejemplo, Riley ya no sólo recuerdas lo que le pasó como algo triste, desagradable o feliz... también puede ser agridulce. Riley está creciendo.
Entre todo ello y centralmente también está la propia relación entre las emociones, más aún entre Alegría y Tristeza. Para Alegría, al principio, Tristeza es un "mal necesario" que intenta acallar, incluso minimizar. Luego comprende que no hay Alegría sin Tristeza y que justo en el equilibro entre ellas está gran parte del buen funcionamiento de Riley. Y la clave ya estaba ahí, el cabello de Alegría es azul. Verlas juntas es muy tierno y revelador. Una delgada y larga, la otra redonda y pequeña. Son como un ying yang.
Decir que "Intensa Mente" es una clase de psicología y quizás, incluso, una sesión de terapia, no es exagerado. Claro, la película no es precisa en todo ni busca cerlo, pero sí es muy cercana y sí deja explicar de manera muy amigable lo que sucede. Lo que pasa en ese centro de operaciones, lo que vive Riley, es tan cotidiano y tan universal que la conexión con el filme es automática e innevitablemente introspectiva. Hannah Marcarian y Paul O. Wilkinson escribieron para el Journal Británico de Psiquiatría al respecto y destacando cómo el filme ayuda a comprender cómo la validación de diferentes emociones ayuda a comprendernos. No es el único aspecto. La trascendencial del filme hizo que el journal de psicología Cine y Filosofía la considerara como la mejor película animada en la historia. El Sindicato de Guionistas de América la incluyó en su lista de los 101 Grandes Guiones del Siglo XXI (hasta el momento) que publicó en 2021. Desde luego, fue nominada y ganadora de muchos premios, 99 para ser exactos, pero quién está contrando. Entre ellos, fue nominada a Mejor Guion Original en el Oscar y ganó, desde luego, Mejor Película Animada.
"Intensa Mente" es inventiva, divertida, hermosa, sensible y poderosa. Es un clásico instantáneo, una aventura entrañable llena de fantasía y magia que es también un espejo y una radiografía. Es la posibilidad de conocer y comprender a esas voces que están ahí todo el tiempo, que trabajan prácticamente sin cesar y donde sucede el "milagro" de la subsistencia, en esa "intensa mente".
"Inside Out"
EE. UU. 2015 - 1h 35m
Director: Pete Docter
Voces: Amy Poehler, Bill Hader, Lewis Black, Phyllis Smith, Mindy Kailing.
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