“I shouldn’t have teased you. I shouldn’t have you thought there was a way out of this,” Hayley.
Un dulce duro es una paradoja… suave de sabor, difícil de masticar, inevitable de saborear.
Una plática aparece en pantalla. Es un chat. Hayley (Ellen Page), una adolescente de 14 años, y Jeff (Patrick Wilson), un fotógrafo profesional de 32, han acordado, en medio de comentarios sugerentes, reunirse por primera vez. Lo hacen en un café. La plática va bien y pronto, ante la insistente curiosidad de la niña, se encuentran en el departamento de él. Las señales de Jeff son confusas. Hayley, sin duda, espera algo más. Cuando la música se eleva y los sentidos parecen enturbiarse un giro sucede: Jeff está atado. Hayley tiene preparado para él un día inolvidable. Lo acusa de pedofilia y ése apenas es el comienzo… la niña piensa evitar que haya otra víctima.
Filmada en 18 días, “Hard Candy” es un minucioso festín para el intelecto, la imaginación y la curiosidad. En su opera prima, David Slade lleva a niveles extremos, al igual que lo ha hecho con sus actores, al público. La historia se desarrolla prácticamente en una casa minimalista donde al igual que las paredes saturadas de color (en especial una roja) sobresale el constante uso de tomas cerradas. Reacciones son lo que se ve. Acciones lo que se sugiere. Ellen Page, reconocida como Mejor Actriz por la Asociación de Críticos de Austin, carga con gran parte del peso al recorrer una amplia gama de emociones que empiezan por una ingenua curiosidad y alcanzan el límite de lo perturbador. Hayle es calculadora, pero en su reducida estatura, escuálida complexión y poca edad, no deja de parecer vulnerable. Por su parte, Patrick Wilson, es encantador y precavido como Jeff; después, desgarrador como el hombre que está a punto de ver su físico modificado para siempre. El diálogo que intercambian: creativo, inteligente y punzante.
Como “subvalorada” catalogó la Sociedad de Críticos de Phoniex a “Hard Candy”. El filme, que lidia con temas delicados (pedofilia, castración y en cierto grado, sadomasoquismo e insanidad mental), definitivamente no es para todos los gustos. Es la razón por la cual Vulcan Productions mantuvo su presupuesto en menos de un millón de dólares (la cinta hizo más de siete en Estados Unidos) y por la cual su estreno se dio en el Festival de Sundance. Es un dulce duro de roer.
“Hard Candy” es el apelativo que se le da a las mujeres que se dedican a patrullar la red en busca de pedófilos. La cina homónima, reconocida en el Festival Sitges con el Premio de la Audiencia, como Mejor Película y Mejor Guion, sin duda se proclama en contra del desorden psiquiátrico. Al mismo tiempo, podría estar a favor de otro. Es un tema a discutir. En cualquier caso, este dulce no podrá evitarse una vez que se le ha quitado la envoltura. Es envolvente en sus sabores e inmisericorde en sus consecuencias. Un dulce duro es imposible de olvidar.
Hard Candy
EE.UU. 2005
Director: David Slade.
Reparto: Patrick Wilson, Ellen Page, Sandra Oh.
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