"¿Puedes relajar tu triángulo de LA tristeza? ¿Como entre tus cejas aquí? Un poco más. De acuerdo. Y abre la boca para parecer un poco más disponible. Bueno, no tanto, un poco menos," Directora de casting
Ruben Östlund está de regreso.
Östulund tiene una filmografía de ficción reducida, de apenas seis títulos, cada uno estrenado cada tres o cuatro años después del anterior. Su cine se caracteriza por su carácter crítico e intelectual. Es parte de un selecto grupo de directores que han ganado uno de los premios más prestigiados del cine, la Palma de Oro en el Festival de Cannes, además haciéndolo por sus dos filmes más recientes "The Square. La farsa del arte" y "El triángulo de la tristeza". En el Oscar está nominada como Mejor Película, Mejor Película Internacional y Mejor Director.
En "El triángulo de la tristeza", Cal (Harris Dickinson) y Yaya (Charlbli Dean), son una pareja. Él es un modelo, ella una influencer. La relación funciona más por conveniencia que por amor, pero él está determinado a conquistarla. Aceptan una invitación a viajar en un yate a cambio de hacerle promoción en redes sociales. El crucero se "sale de ruta" cuando una de las pasajeras no sabe cómo maniobrar el producto que le ha dado riqueza a su familia y ¡pum! acaban varados (los que sobreviven) en una isla y poniendo de cabeza la estructura social. "El triángulo de la tristeza" se divide en tres actos, denominados precisamente "Cal & Yaya", "El yate" y "La isla".
Comparada con "The Square", "El triángulo de la tristeza" se siente un tanto más mundana y superficial, alejada de la sofisticación y el intelectualismo; es la idea. Östlund construye la aventura y su crítica utilizando precisamente los aspectos de la forma para hablar del fondo. Todo se siente superficial en "El triángulo de la tristeza", comenzando por la presentación de Cal en un casting. Es uno más, caminando sin playera de un lado a otro, dando un perfil y luego otro. Su dinámica con Yaya no es tan distinta ni la de ella con su modus vivendi, posando para fotos y proyectando una felicidad, un lujo y un placer que no es. Otros pasajeros lo hacen de manera distinta, pero es lo mismo.
"El triángulo de la tristeza" debe verse con apertura de mente en todos los sentidos. Östlund entrega una comedia con toques de sátira que puede sentirse como drama absurdista y es que lo es o es el punto de lo que quiere mostrar. Hay que estar preparado para ello y preparado para presenciar una visión social que puede ser incómoda para algunos. La incomodidad no para ahí. Hay, en especial, una secuencia, la Cena del Capitán, donde la marea y la tormenta hacen efectos en los comensales y sí, para lo que no se quisiera... y se ve... y se ve.
Harris Dickinson le da un giro a su carrera luego de títulos como "La chica salvaje" o "Mira como corren"; Carlbi Dean roba cámara con su belleza y actitud desganada, poniéndole punto final a su carrera con un gran título (la actriz murió inesperadamente poco después del estreno en Cannes); Woody Harrelson prácticamente tiene un cameo como el desganado, borracho y poco interesado Capitán y Dolly de Leon es la estrella como Abigail, una mujer del personal de limpieza que es la única con habilidades reales de supervivencia que aprovecha muy bien para volverse "la reina" cuando están en la isla.
En "El triángulo de la tristeza" se refleja la tensión. Es ese punto de la cara que involuntariamente refleja tristeza o enojo, aún y cuando lo demás puede parecer neutro. Es el punto en el que viven los pasajeros del crucero, en su estado permanente de insatisfacción, en su búsqueda inclemente de ello, meciéndose en un vaivén que los ahoga en una miseria que se vuelve tragedia como en otro triángulo, el de las Bermudas.
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EE. UU. / Francia 2022 - 2h 27m
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