Una pijama de rayas, ahí está la clave de todo.
La portada de "El niño con el pijama de rayas" viste al ejemplar como al niño que refiere. Rayas, simplemente rayas. Unas líneas que dividen horizontalmente y que en un contexto típico no son más que un diseño más para dormir... uno que quizás divida al sueño de la realidad y que aquí divide a la vida de la muerte.
Bruno, un niño de nueve años, se muda con su familia a las afueras por cuestiones de trabajo de su padre, un comandante en la Alemania de los 40's. Aburrido, un día termina platicando con Shmuel, un niño en pijama, de quién lo divide una cerca. Mientras los días pasan, la amistad entre ellos crece y las diferencias que los separan comienzan a diluirse.
Aunque no ha escapado a la controversia, "El niño con el pijama de rayas", una novela de ficción ubicada en el holocausto, consigue su objetivo: mostrar que no hay diferencias. Al hacerlo, el absurdo y lo trágico de los hechos, de la Segunda Guerra Mundial y los cientos de miles de judíos que fueron exterminados, cobra mayor peso. En ello es clave que la perspectiva desde la que se mira es la de Bruno, un niño que no sabe ni entiende lo que pasa a su alrededor, el contexto en el que le tocó crecer; un elemento que se diluye en la película , al igual que otros detalles que, aunque sutiles, son contundentes para el impactante final. Es la diferencia que hace pbligada la lectura ante la pérdida que sufre el original al llegar a la pantalla.
Una pijama de rayas, ahí es el detalle, puede ser sólo eso, un traje para dormir... o una sentencia para morir.
📖📖📖📖📖
Comments