Hay esperanza.
De manera breve, Boba (Temuera Morrison) y Fennec Shand (Ming-Na Wen) continúan consolidando su dominio sobre Tatooine. De ahí, de vuelta es un viaje al pasado que, en esta ocasión es mucho más interesante que el del primer episodio. Boba sigue con la tribu Tuskan Raider, cuyo respeto ya se había ganado, y los guía en un atraco a un tren del Sindicato Pyke y cuyo éxito lo coloca en una mejor en el grupo.
Teniendo como referencia estos dos episodios, parece ser que la dinámica constante será ésa. Al ser "el libro", cada entrega avanzará muy poco en "el presente", enfocándose en su mayoría en alguna aventura del pasado que lo llevó ahí. Es una estructura que funciona siempre que no suceda lo mismo que en el anterior donde había pocos picos narrativos. Episodio 2 tiene buenos momentos cómicos, mucha más acción y lleva hacia adelante al personaje. Igualmente, ayuda que ya se estabece un objetivo y una amenaza a manos de los gemelos Hutt que quieren hacerse del territorio y que planean conseguirlo de maneras inesperadas. Hace más sentido...
Hay esperanza para "El libro de Boba Fett". Por el momento, quedan más ganas de ver el próximo capítulo que será decisivo para confirmar el rumbo pues, al final, sólo serán siete entregas en esta temporada.
A partir de aquí spoilers, referencias y demás observaciones:
El asesino Night Wind que aparece al inicio le dice "E chu ta!" a Boba Fett, un insulto que usan los Hutt, lo que es un indicativo de que probablemente ellos lo hayan contratado y un preámbulo a su aparición en el capítulo.
El robo al tren recuerda al que se vio en Solo y está muy inspirado en el tropo del western.
Los recuerdos de Boba en su viaje al árbol son: cuando es consumido por el sarlaac, su infancia en Kamino y cuando levanta el caso de su padre, Jango Fett en Geonosis.
Queremos saber más de la lagartija alucinógena.
Hay paralelismos entre la fabricación de un sable de luz y una bara gaffi de los Tusken como se aprecia cuando Boba elabora la suya.
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EE. UU. 2022 - 52m
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