En su primera película, un largometraje de 68 minutos que 50 años después sería recortado por su propio autor a 50, Charlie Chaplin entrega una clase maestra de narración, lenguaje audiovisual, drama y comedia.
La historia es sencilla. Una mujer (Edna Purviance) sin posibilidades económicas se ve forzada a abandonar a su bebé. El chiquillo (más tarde Jackie Coogan, primera estrella infantil de Hollywood que años después se convertiría en el tío Lucas de la serie “Los Locos Adams”, 1964) es encontrado por un vagabundo (Chaplin) que no sabe qué hacer con él. Ya lo deja en un lugar, ya lo deja en otro, pero el niño termina por regresar a sus manos. Cinco años más tarde, el vagabundo hace lo mejor que puede para sacarlo adelante, aunque ello implica un tanto de estafa y otro poco de mala nutrición. El negocio familiar depende del trabajo en equipo. Oportunamente el padre pasa con cristales nuevos donde recientemente han sido atacados por manos infantiles. Las autoridades descubren la situación y la madre, ahora una actriz famosa, inicia la búsqueda para recuperar a su vástago.
En apariencia lo que Chaplin hace parece sencillo. No lo es. Por un lado es efectivo al contar la historia utilizando una mínima cantidad de letreros. Los encuadres, movimientos de cámara, expresiones faciales y corporales son suficientes para expresar lo que sucede. Este es un filme silente donde el único elemento sonoro recae en la meticulosa banda sonora que el propio Chaplin compusiera. Luego está el equilibrio que consigue entre drama y comedia. Desde la desesperación de la mujer que abandona a su hijo hasta el absurdo modus vivendi, pasando por una, quizá prescindible, secuencia onírica de peculiares efectos especiales que detonan en un conmovedor grito (sí, aunque sea mudo) de auxilio y desesperación del niño. Lo que transmite y las emociones que despierta Chaplin en “El chico” son universales.
Convertida en la segunda película más taquillera de su tiempo, “El chico” se conserva como un documento vigente y efectivo, amén de la semilla que más tarde daría frutos en filmes como “La quimera de oro” (1925), “Luces de la ciudad” (1931), “Tiempos modernos” (1936) y “El gran dictador” (1940).
The Kid
EE.UU. 1921
Director: Charlie Chaplin.
Reparto: Charlie Chaplin, Jackie Coogan, Edna Purviance, Carl Miller.
Comments