“Tú pequeño universo cinematográfico está a punto de cambiar… ¡para siempre!” Deadpool
Deadpool llega a Disney.
Seis años y un cambio de casa le llevó al “mercenario con una boca” regresar a la pantalla grande. Llega en medio de una crisis o “punto bajo” en la historia de Marvel como él mismo lo hace. Llega en medio de muchas expectativas que obligaron a Marvel a dejarlo como el único estreno en cines de 2024. Marvel está en reestructura y las preguntas en el aire son muchas. ¿Es “Deadpool y Wolverine” la salvación del Universo Cinematográfico Marvel? ¿Sigue siendo Deadpool al llegar a Disney o ha sido “aligerado”? ¿Es una buena película?
“Deadpool y Wolverine” sucede pocos años después de los eventos de “Deadpool 2”. Wade Wilson (Ryan Reynolds) lleva una vida ordinaria, ya no es más Deadpool. En él pesa el haber sido rechazado de los Avengers; sus hazañas no han sido lo suficientemente heroicas. En su cumpleaños es visitado por la Autoridad de Variación del Tiempo para que les ayude a resolver una situación que de lo contrario terminará con su línea del tiempo y con ello con su círculo de seres queridos. Wade descubre que en ello hay parte de un engaño y para enfrentarlo y recuperar a su familia requiere de la ayuda de Wolverine (Hugh Jackman). El Wolverine de su línea del tiempo (el de “Logan”) ha muerto, así que debe conseguir otro.
Antes de la primera imagen, “Deadpool y Wolverine” deja claro que en su tercer filme sigue siendo él. Comienza a hablarle al público rompiendo la cuarta pared y la primera secuencia es una sangrienta pelea al ritmo de N’Sync que incluye baile, mucha sangre y muchos comentarios ocurrentes y faltos de corrección política. De ahí la película no suelta. El ritmo es vertiginoso. Eso sí, tiene sus pequeños topes en el camino. Nada de cuidado, pero la película podría fluir mejor. Le falta apretar mejor algunas tuercas y ello se debe a que se engolosina en momento, en especial en secuencias de acción. Por ejemplo, ya los tráileres dejan ver que Deadpool y Wolverine se enfrentarían, que Wolverine no cooperaría tan fácilmente. Sin embargo, después de la primera hay otra más en un auto que resulta redundante y que sólo tiene por objeto “divertir” más agotar a los personajes para que lo que sigue tenga sentido. Es una manera fácil de resolverlo.
El filme sucede en su mayoría en "Ell vacío", un espacio a dónde son enviados aquellos a quiénes la Autoridad de Variación del Tiempo no sabe cómo controlar o qué hacer con ellos. Es una suerte de basurero, donde acaba lo olvidado, lo relegado. Es como el escenario de “Mad Max” y las referencias a ello, incluida “Furiosa” no se hacen esperar. Es el espacio que le da posibilidad y dónde suceden la mayoría de los cameos prometidos. Sin hacer spoilers, “Deadpool y Wolverine” cumple con los cameos y hace más que ello. Varios no son cameos, son roles secundarios. Por ejemplo, Elektra (Jennifer Gardner) y X-23 (Daphne Keen) forman parte de un grupo del que Deadpool y Wolverine requieren ayuda. Son, sin saberlo, el nuevo X-Force. Deadpool siempre ha querido formar parte de un equipo, lo será… ¡y qué equipo!
“Deadpool y Wolverine” no es perfecta, pero sabe lo que hace. El centro del filme está en el reconocimiento que el personaje busca y merece. Quiere ser considerado un héroe y no un plato de segunda mesa. Es lo que comparte con la variante de Wolverine, con Cassandra Nova (Emma Corrin) y con todos los personajes que tienen cameos o apariciones secundarias. Es una genialidad. Elektra, por ejemplo, apareció en la muy criticada “Deadpool” y luego tuvo su propia cinta, aún peor evaluada y un fracaso. X-23 tuvo mejor suerte. Su debut se da en “Logan” y había planes para que tomara el manto. En cualquiera de los casos y por diferentes razones, los proyectos y sus personajes quedaron relejados y más aún cuando Marvel y Disney adquirieron 20th Century Fox. Parecía que todo lo que había pasado en 20th Century Fox había sido enviado precisamente a la basura y debiera olvidarse. “Deadpool y Wolverine” lo revalora. Sin darle más vueltas, todo tiene valor y todo merece ser reconocido. Es una premisa universal que le viene muy al filme. Valida la llegada de Deadpool a Marvel, integra lo que había sucedido antes y también le da una mejor posibilidad a los personajes citados y otros de tener un mejor final, incluso un futuro. Sin dar spoilers, de nuevo, hay en especial una participación que da la posibilidad de ver a un actor finalmente como un famoso X-Men. Su proyecto en solitario se atraso y luego canceló. Ahora se le puede ver en pantalla. Es genial.
Entre los aciertos de “Deadpool y Wolverine” también está su villana. Contrario a casos recientes, Cassandra Nova es verdaderamente un reto. El personajes una hermana general del Profesor X que fue eliminada por él al percibir su maldad innata. Sin embargo, logró escapar y se hizo de un cuerpo (es más complejo que eso, pero para estos fines es suficiente). Emma Corrin está fantástica.
También a favor del filme está el que no depende de nada anterior. Vaya, se podría comprender mejor viendo la temporada uno de “Loki”, pero no es indispensable (el filme hace burla de ello y da la referencia exacta) porque se explica lo suficiente. Es más, al contrario de la tendencia anterior donde parecía que había que hacer “tarea” para entender la nueva de Marvel, esta vez es probable que muchos quieran verlas como resultado de quiénes aparecen, ya sea para descubrirlos a para recordarlos. Es parte de darles valor. La propia escena post créditos (sólo hay una y es hasta el final) refiere a un evento del filme, lo explica y es un chiste. En los créditos generales se hace un homenaje a los títulos de 20th Century Fox, en especial a los de X-Men. Por cierto, algo curioso e interesante es que aparece material detrás de cámaras y Hugh Jackman refiere a sus primeras experiencias. “X-Men” fue una de las primeras películas del actor. Su carrera está estrechamente relacionada a un personaje que ha interpretado por más de dos décadas, que lo puso en el mapa y que llegó a sus manos luego de que Russell Crowe (quién lo recomendó) y Viggo Mortensen lo rechazaran, luego de que Dougray Scott tuviera que dejarlo para terminar una “misión imposible”.
“Deadpool y Wolverine” es efectivamente sobre la dispareja dupla. Es la película que Ryan Reynolds y Hugh Jackman querían hacer. Es una celebración de su amistad. Es una puerta a posibilidades. Es un regreso bien resuelto y que no anula lo anterior. ¿Es “Deadpool y Wolverine” la salvación del Universo Cinematográfico Marvel? No, pero no necesita serlo. Es esperanza. ¿Sigue siendo Deadpool al llegar a Disney o ha sido “aligerado”? Sigue siéndolo, lo sabe, lo celebre y lo disfruta. ¿Es una buena película? Sí, sí lo es. No es extraordinaria. No tiene y ése es uno de sus fallos o puntos bajos, ese momento emotivo como los de Iron-Man o Capitán América en “Endgame”. Quizás no lo necesita. Al final, en el punto, como Elektra, X-23, otros más, “Deadpool y Wolverine”, es suficiente.
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EE. UU. 2024 - 2h 7m
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