Cónclave. Junta de los cardenales de la Iglesia católica, reunida para elegir papa.
"Nuestra fe es algo vivo precisamente porque camina de la mano con la duda. Si sólo hubiera certeza y no hubiera duda, no habría misterio. Y por tanto no habría necesidad de la fe. Oremos para que Dios nos conceda un Papa que dude. Y que nos conceda un Papa que peque y pida perdón y siga adelante," Cardenal Lawrence
Lo que pasa detrás de las paredes... ¿lo cambia todo?
"Cónclave" es una película de ideas. Ideas que no se quedan detrás de las paredes. Ideas que abren ventanas cuando las puertas se cierran. Es una adaptación de la novela de 2016 de Robert Harris. Inicia con la muerte del Papa y se ocupa justo del cónclave para elegir al nuevo. El cardenal Lawrence, Decano del Colegio de Cardenales, debe ocuparse de la tarea. Cualquier cardenal puede ser el nuevo papa, aunque hay quienes llevan delantera. Están Aldo Bellini (Stanley Tucci), un norteamericano liberal; Joseph Tremblay (John Lithgow), un canadiense moderado; Goffredo Tedesco (Sergio Castellito), un italiano tradicionalista y Joshua Adeyemi (Lucian Msamati), un nigeriano conservador. La sorpresa la pone la llegada de Vicent Benitez (Carlos Diehz), recién nombrado cardenal en Afganistan y mexicano; su nombramiento fue "in pectore", es decir, en secreto por cuestiones en apariencia políticas que lo habrían puesto en riesgo. El proceso es acompañado por un grupo de monjas lideradas por la hermana Agnes (Isabella Rossellini).
Los temas de la Iglesia, se dice, desde luego, son los temas de Dios y los temas de Dios desatan muchos rumores y muchas dudas por los detalles, ahí donde está el diablo. Los temas de Dios son paradójicamente el alimento del morbo y la especulación. El alimento perfecto para un thriller políticos (sí, porque hay mucho de político en la Iglesia) con toques de comedia. El responsable es Edward Berger, un director inglés que presenta apenas su cuarta película, pero que ya con la anterior dio cuenta de sus buenas artes para dosificar la acción, plasmar con su cámara imágenes potentes y, mejor aún, construir ideas, armar discursos que no dan todas las respuestas, pero sí apuntan a preguntas y dan pie a la discusión. La película anterior de Berger fue "Sin novedad en el frente" que se hizo de cuatro premios Oscar, incluido Mejor Película Internacional.
El acierto de "Cónclave" está en que construye a partir de un guion que gira alrededor de dos aspectos, la fe como motor y guía de esperanza y lo falible de la Iglesia. Es decir, el filme no cuestiona la fe ni su necesidad, la tiene de facto. Lo que cuestiona e incluso podría decirse mejor, discute, es la Iglesia y, por ende, a los humanos. Todos los cardenales quieren ser Papa. Es lo lógico y lo quieren porque es el máximo escalón, lo quieren porque es la manera de hacer un cambio. Así, en ambos sentidos por más humanos y contradictorios que parezcan. El guion va, a través de los personajes, mostrando distintas fallas o pecados, si se prefiere (la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira y la envidia, sobre todo). Cada cardenal es un grupo de paredes y ahí se esconden un hijo, una intriga o el deseo de exterminar otros tipos de fe.
El guion funciona gracias a la firme mano de Berger. El director dosifica la acción y da pausas para ir armando las piezas, para ir haciendo sentido de ellas. Tiene a su cargo un elenco de actores de primera línea que dan cátedra. Ralph Fiennes hace uno de sus mejores trabajos. El cardenal Lawrence pidió renunciar a su cargo, ha dudado de la Iglesia y ahora tiene en sus manos el proceso para elegir a su nuevo líder. ¡No es peccata minuta! Tiene más de mil 390 millones de files. Es el líder espiritual de mayor impacto. Fiennes se muestra vulnerable, pero resuelto. Su nominación al Oscar como Mejor Actor es ineludible. Les sumará a las dos que ya tiene. Es una interpretación tan contenida como poderosa.
Entre quiénes acompañan a Fiennes están Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rossellini y Carlos Diehz. Todos están impecables y deliciosos. Tucci es carismático y sensible, Lithgow frío y estratégico; no sería raro verlos llegar al Oscar, aunque la categoría de actor de reparto es una de las impredecibles. Rossellini aparece más en las sombras, pero tiene una escena que casi es un diálogo y que es suficiente para prácticamente garantizarle la nominación. Es un reflejo del lugar que la Iglesia le ha dado a las mujeres y que se resumen muy bien en un diálogo: "Aunque se supone que nosotras, las hermanas, somos invisibles, Dios nos ha dado ojos y oídos". Afortunadamente también les ha dado boca. Diehz tiene el personaje "sorpresa". Para evitar spoilers omitiré un detalle esencial que se revela hasta el final y que es parte de la propuesta ideológica. Diehz, por cierto, tiene una historia muy interesante. Con 53 años está debutando como actor, pasión que dejó de lado para desempeñarse como arquitecto y sacar adelante a su familia.
"Cónclave" es una de las películas de 2024. Lleva ya más de 200 nominaciones y 40 premios. Sumará más en la temporada. Es curioso que por su temática no haya causado un cierto repele como le sucedió a "El aprendiz" ni tampoco polémica o controversia como "Emilia Pérez". Sí, la Iglesia la ha catalogado como "caricaturesca" ya ha criticado su agenda a favor del cambio. Es lógico y comprensible, pero también una manera de minimizar el filme y distraer la atención sobre sus verdaderas cuestionantes. Ideológicamente, "Cónclave" es sólida e inteligente. Sí, está a favor del cambio porque está a favor de la evolución y del crecimiento, porque ve las fallas en la Iglesia.
Un aspecto incuestionable, por cierto, es el cuidado del diseño de producción y a los aspectos protocolarios del Vaticano y de un cónclave. Sólo se toma una licencia. Desde el siglo XVI, muchos hombres han sido nombrados cardenales en secreto ("in pectore"), generalmente para protegerlos políticamente. Según el derecho canónico actual, un cardenal secreto deja de ser cardenal después de que muere el papa que lo nombró. Por ende, no podría participar del cónclave. Es lo único y hace sentido con el resto de la propuesta.
El corazón de "Cónclave" late en la lucha diaria que los hombres de Dios deben librar por mantenerse fieles a las enseñanzas, por mantenerse rectos y dignos. Es una tarea imposible, pero es la tarea de todo humano. Está en el actuar, en el acertar y en el errar. Está en cómo se afronta esto último y entender la propia naturaleza humana, aquello que se puede hacer y aquello que existe de factor. El secreto del cardenal Benitez se revela al final y su respuesta a por qué decidió no actuar sobre ello o hacer cambios es tan sencilla como poderosa, "soy lo que Dios me hizo". Y si lo que Dios lo hizo debe o no salir a la luz es otra historia, para fines prácticos y de su labor diario, es peccata minuta. A "Cónclave", "Dios" la hizo resuelta, reflexiva, inteligente y poderosa. Podremos ir en paz, aunque la misa no ha acabado.
🎬🎬🎬🎬🎬
EE. UU. / Reino Unido 2024 - 2h
Comments