“Qué triste es para otros no poder apreciar nuestra genialidad” Pauline Parker
Fantasía, juegos, malicia, dependencia y un poco de locura. Es el año de 1953 en Christchurch, Nueva Zelanda, cuando la recién llegada Juliet (Kate Winslet) conoce a la retraída y excéntrica Pauline (Melanie Lynskey). Pronto las adolescentes comienzan a desarrollar un vínculo que crece dadas sus similitudes. Ambas tienen una gran habilidad artística; ambas están marcadas por la vulnerabilidad de su sistema inmunológico y ambas sufren la incomprensión de sus padres. Comienzan a escribir y crear en conjunto su propia versión de lo que debe ser una novela de fantasía. Esa historia se vuelve su escape y las transporta a su mundo ideal. Pero la estrecha relación propicia la curiosidad y el temor de sus padres. Juliet debe mudarse de nuevo, pero antes desarrollan un plan para deshacerse del que para ellas es el mayor obstáculo para su felicidad, la madre de Pauline.
Peter Jackson, director de la sorprendente trilogía basada en la novela de Tolkien, “El Señor de los Anillos” (2001 a 2003), saltó a la fama con esta poderosa historia sobre dos adolescentes inadaptadas que encuentran una en la otra la comprensión y la fuerza para desafiar a una sociedad… para llevar su odio hacia la humanidad y su perniciosa fantasía a límites insospechados. La grandeza de su talento contrasta con la brutalidad de sus acciones. Lo realmente inquietantes no es lo que narra, la ficción que representa en el celuloide, sino que eso que hacen y dicen esas pequeñas, angelicales e inocentes criaturas fue verdad. La historia está basada en la vida de las verdaderas Juliet y Pauline quienes fueron castigadas con cinco años de prisión por su crimen. Además, las jóvenes fueron condenadas a no volverse a ver jamás.
Al tiempo en que el filme se estrenó, Juliet se había vuelto una prestigiada escritora de novelas de suspenso quien firmaba con el seudónimo de Anne Perry. Su pasado había sido sepultado hasta que se vio resucitado en la pantalla grande. Ni su representante o sus vecinos en Escocia conocían sus antecedentes. Por su parte, Pauline, quien fue liberada también en 1959, permaneció bajo palabra en Nueva Zelanda hasta 1965. Después… desapareció.
Tanto Winslet como Lynskey debutaron en esta cinta dando muestras de su capacidad histriónica. Ayudadas por Jackson, llevan al espectador de la cruda realidad a la magia del consuelo y tranquilidad que provee lo inventado. “Criaturas celestiales” es una película de contrastes, de opuestos y realidades que desgarran al revelar lo intrincado y perturbador que se esconde detrás de la inocencia de un par, precisamente, de criaturas celestiales, pero sobretodo de aquello que se esconde, habita e inverna en la naturaleza humana.
(Heavenly Creatures)
Alemania/Nueva Zelanda 1994
Director: Peter Jackson
Reparto: Kate Winslet, Melanie Lynskey, Sarah Peirse, Diane Kent y Clive Merrison.
Artículo inicialmente publicado en el periódico estudiantil “La Catarina” de la Universidad de las Américas-Puebla. Derechos Reservados de Carlos Andrés Mendiola H.
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