Estudiante, amante, esposo, soldado, drogadicto, ladrón...
Tom Holland es Cherry, un personaje basado en Nico Walker, un veterano de la armada norteamericana que estuvo en prisión por robo a bancos a mano armada. "Cherry", la novela en que se basa es semi autobiográfica o auto ficticia, según se prefiera.
El filme está dividido en siete partes (Prólogo, Cuando la vida estaba empezando, Entrenamiento, Cherry, Hogar, Dopeville y Epílogo) que son demasiadas. A esta película le sobra tiempo y le falta enfoque. El prólogo muestra a Cherry ya como ladrón para luego retroceder a cuando estaba en la universidad, conoce a Emily, se enlista y todo va en caída libre.
Es curioso, los hermanos Russo han hecho una gran labor con los filmes de Marvel ("Avengers: Infinity War", "Avengers: Endgame", entre otros) donde enfrentaban muchos más personajes y era más fácil que se perdieran narrativamente. Y no es que "Cherry" no sepa a dónde va, lo que no sabe es qué quiere decir. Tiene en Tom Holland un gran protagonista, un actor que muestra un claro desarrollo histriónico, que aborda con gran entrega un rol mucho más maduro y que no le teme a verse mal o feo en pantalla. Ciara Bravo (Emily), el otro personaje central, está también muy bien y es una actriz a la que vale la pena tener en la mira. Ambos transitan con éxito toda la gama de sus personajes.
"Cherry" es también un ejercicio estilístico interesante, con una fotografía y elementos que constantemente se van al rojo... el color de las cerezas, símbolo de inocencia, pero también de pérdida. El rojo indica también alarma y sin duda la vida de Cherry vive en ese estado y oscila entre esos extremos. El filme no se percata de que ése también es su estado. Lo que vive Cherry lo hemos visto antes, varias veces y mejor contado. Ese no es problema, el problema es que no aporte nada nuevo, más allá de lo estético. Así que está cereza no rinde frutos.
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EE.UU. 2021 - 2h 22m
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