El primer vengador es el último en llegar en solitario antes de que el equipo haga su gran aparición. El momento no podría ser más adecuado. El héroe, creado en la Segunda Guerra Mundial para elevar el patriotismo de los norteamericanos, llegó justo cuando Estados Unidos enfrenta uno de los periodos de mayor incertidumbre e inestabilidad social y política.
Chris Evan es Steve Rogers, un pequeño y enclenque chico de Brooklyn que frecuentemente es presa de burlas y ataques físicos. La meta del joven: enlistarse. Una y otra vez, independientemente del nombre que ha provisto y el estado donde lo ha hecho, ha sido rechazado. Pero es determinado, tiene coraje y agallas. Una tarde, el Dr. Erskine (Stanley Tucci) lo descubre y recluta para un programa especial. Steve es sometido a un procedimiento que lo transforma en un súper soldado; ha adquirido más estatura y cada uno de sus músculos ha desarrollado su potencial. Inmediatamente sus habilidades son puestas a prueba, pero aún no es tomado en serio. Con un llamativo traje es enviado como parte del espectáculo que motiva a los ciudadanos a apoyar a las tropas. Cuando su mejor amigo está en el grupo capturado por el comandante Johann Schmidt (Hugo Weaving), el Capitán América entra en acción. Pero Schmidt, quien controla su propia unidad nazi y planea sobrepasar a Hitler, tiene un par de ases bajo la manga: él también ha sido sometido al tratamiento y además ha desarrollado una misteriosa tecnología que proviene de un cubo de energía.
“Capitán América: el primer vengador” es un gran acierto de los estudios Marvel. El filme cumple con su misión en todos los niveles. Como pieza independiente y primera aparición del héroe entrega un producto redondo. La historia se ocupa de introducir al personaje, le da dimensión, lo ubica adecuadamente en el contexto (la dirección de arte transporta a los 40), le provee de un interés romántico (Hayley Atwell como la comandante Peggy Carter) y de una némesis a la altura; los efectos especiales ocupan los espacios necesarios, el reparto es adecuado (Tommy Lee Jones y Dominic Koper, como padre del Tony Stark que se convertirá en Iron Man, forman parte del ensamble) y la dirección atrapa al espectador desde el inicio. Como última pieza antes del esfuerzo único que representa Los Vengadores genera la expectativa y emoción adecuada en los espectadores. El prólogo y epílogo funcionan para ubicar al héroe en la época actual. Y desde luego, la secuencia final y el teaser trailer de la próxima cinta son la cereza en el pastel.
Junto con “Iron-Man” (2008), “Capitán América” es, en un tono distinto, una muestra del camino que Marvel seguirá al llevar a la pantalla grande a sus personajes. El estudio no ha fallado a pesar de un par de entregas un poco inferiores como “Thor” (2011) o de franquicias que no han terminado de cuajar como Hulk. “Capitán América” quizá no habrá sido el primer Vengador en llegar a la pantalla grande y de hecho es, disculpando la redundancia, el último en llegar antes del equipo, pero sí es la pieza que embona a la perfección, en lo que sonaba como una misión imposible al crear un grupo de filmes basados en superhéroes que funcionen de forma independiente y al mismo tiempo intervengan en conjunto. Es el miembro adecuado para abrir la puerta a ese espectáculo y seguramente a otros compañeros que aún no llegan en solitario. Bajo esta factura de súper soldado, bienvenido Capitán América... y compañía.
Captain America: The Fist Avenger
EE.UU. 2011
Director: Joe Johnston.
Reparto: Chris Evans, Hayley Atwell, Hugo Weaving, Dominic Cooper, Tomy Lee Jones, Stanley Tucci, Samuel L. Jackson.
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