"Nunca nadie me había tomado en serio. Ahora comprendo que no soy la única que se siente así, como una joven a quien nadie hace caso. Escribí sobre todos ustedes porque me cautivaban. Viven sus vidas públicamente. Al escribir sobre ustedes sentí de repente que tenía vida.Tenía poder... es adictivo. Pero empuñé ese poder con negligencia. Es fácil lanzar calumnias desde el poder del anonimato. Ahora veo cuanto valor requiere vivir la vida públicamente, honrar las debilidades propias ante la vista de todos y saber que, más allá del resultado, conservamos nuestro valor. Todos hablamos. Difundimos chismes. Los chismes son información. Forjan vínculos. En especial a aquellos a quiénes se nos dice tan poco, pero ya no puedo ocultar mi información más valiosa: mi identidad," Penelope Featherington al revelarse como Lady Whistledown.
Sí, es una cita larga, muy larga. La más larga de este sitio, pero también es una cita poderosa y reveladora. Es oportuna.
La Parte 1 de la Temporada 3 de "Bridgerton" se ocupa del romance entre Penélope (Nicola Coughlan) y Colin (Luke Newton). El misterio que queda por resolver, mientras se preparan y realizan las nupcias, es qué pasará cuando se revele que Penélope es Lady Wistledown, la perspicaz autora que con su pluma adereza la temporada de debutantes y le pone sabor. De quién Colin ha expresado lo peor y a quién quiere descubrir. Cuando todo sale a la luz, la reina reconoce el valor que hay en Penélope, en lo que hace y en lo indispensable que se ha vuelto, así que cuando Penélope le ofrece sus disculptas, entre su respuesta, pregunta, "¿Qué es la vida sin un poco de chisme?"
"Bridgerton" es vida y es chisme y quizás el chisme sea vida. En sus primeras dos temporadas, la serie se centró en las historias de amor de Daphne (Phoebe Dynevor) y Anthony (Jonathan Bayle), la hermana y el hermano mayor. En la tercera ése es, desde luego, el hilo central, pero ya no es lo único. Está entrelazado con más que decir acerca del amor y de otros temas a su alrededor. En principio, la primera parte de la Temporada 3 amplía el espectro alrededor de quiénes merecen amor y, por ende, de la belleza. Penélope Featherington no responde al estereotipo. Tiene una figura más generosa y es más bien retraída. Está "más en las sombras" (es una flor de enredadera, diría el póster). Eso se resuelve en esos primeros episodios y es también una "gran historia de amor". La temporada además le suma con una escena íntima en la que Nicola Coughlan, igual que lo hicieran sus antecesoras hace un desnudo y no es una cuestión de que se vea el cuerpo o de cumplir una cuota, es una cuestión de apreciar la belleza en un cuerpo "distinto". "Bridgerton" ha dejado de hablar sólo del amor. Tiene agenda.
Luego, la serie pone al centro un tema que ha estado presente desde la Temporada 1: el misterio de la identidad de Lady Wistledown. Un misterio que ha puesto a la escritora como una némesis de la reina, que se ha convertido en una lucha de poder, que le ha costado a Penélope la amistad de Eloise (Claudia Jessie) y que ahora tiene también en riesgo su relación con Colin. La serie podría alargar el tema o tratarlo con ligereza. En su lugar lo utiliza para reforzar y dar mayor contudencia al propio discurso que encarna la temporada y del que Penélope es una alegoría: dar visibilidad a aquéllos que no la tienen. Más aún, el discurso se vuelve aún más poderoso pues si bien hay otras mujeres "más vistas", todas están sujetas a los hombres. Las palabras de Penélope tienen ecos hasta el día de hoy y los tendrán siempre.
Ahora, más allá de lo que significa Penélope para "Bdigerton", la Temporada 3 es mucho más inteligente y estratégica que las anteriores pues desarrolla otras subtramas que la relacionan mejor con lo que pasó antes y, mejor aún, con lo que vendrá. La Temporada 3 no se sostiene sólo de su pareja central.
De Kate (Ahsley Simone) y Anthony se sabe que serán padres. A Violet (Ruth Gemmell), la madre de los Bridgerton, se le da un interés romántico y ello complica su relación con Lady Danbury (Adjoa Andoh), lo que además es un buen guiño a "La reina Charlotte". Luego está el romance que sostiene Benedict (Luke Thompson) y que termina en un trío. Es la subtrama más "atrevida" hasta el momento. Está, desde luego, la historia de amor de Francesca (Hannah Dodd), que en realidad es apenas la punta del iceberg pues Francesa en realidad todavía no tiene su "gran historia". Si bien todo apunta a que Benedict será el protagonista de la Temporada 4 (en realidad debió ser el de la tres, pero la serie se tomó una licencia), la de Francesca está también ya puesta en la mesa. No son los únicos, hay un poco más de presencia de todos los hermanos Bridgerton. La hay también de las Featherington y fuera de ellos está Cressida (Jessica Madsen), quién termina siendo el personaje trágico al final de la temporada. Están los Mondrich quiénes sirven de contraparte para mostrar cómo es sumarse a las altas esferas. La serie tiene esa balanza también presente. Las propias Featherington estuvieron en riesgo de quedar en el otro lado .
"Bridgerton" ha dejado de ser "sólo" una historia de amor y no es que sea malo serlo, pero quizás sea reductivo o limitado en su visión. Sigue siendo una gran historia de amor o, mejor dicho, el escenario prefecto para grandes historias de amor. En su Temporada 3 es más. Es una voz poderosa que en medio del entretenimiento, el chisme, la pasión, el glamour, los bailes y la belleza, tiene verdad y contundencia para hablar sobre aquello que importa: la identidad y la libertdad de ser y hablar sin ocultarse detrás de un pseudónimo, sin importar quién se es, cómo se es y cómo se ve.
❤️❤️❤️❤️❤️
EE. UU. 2024 - 4 Episodios de alrededor de una hora.
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