"El camino del agua no tiene principio ni fin. Nuestros corazones laten en el vientre del mundo. El agua conecta todas las cosas, la vida con la muerte, la oscuridad con la luz. El mar da y el mar quita." Tsireya
La espectacularidad hace la diferencia.
Trece años pasaron para que llegara la secuela de "Avatar", la película más taquillera en su momento, nominada a nueve premios Oscar y ganadora de tres. Igual que aquélla, "Avatar: El camino del agua" destaca en lo técnico y falla, bueno, no tanto como que falle, pero adolece en lo narrativo.
La historia retoma poco más de una década después de los eventos de "Avatar". Sully (Sam Worthington) es ahora líder de los Omaticaya. Con Neytiri (Zoe Saldana) ha construido una familia que incluye a sus hijos Neteyam (James Flatters), Lo'ak (Britain Dalton) y Tuk (Trinity Jo-Li Bliss), además de Kiri (Sigourney Weaver), la hija de Grace (también Weaver) que adoptaron. También está Spider (Jack Champion), el hijo del coronel Miles Quatrich (Stephen Lang), que vive en la base científica de humanos, pero la pasa con los Sully. La vida ha ido bien hasta que llega una nueva misión de RDA, liderada por una versión de Quatrich que es una recombinación de sus recuerdos, pero con el físico de los Na'vi. La tarea es la misma: colonizar a los nativos. Para ello deben, desde luego, terminar con Sully. Tras un primer enfrentamiento que pone en riesgo a su familia, Sully decide que lo mejor es alejarse y refugiarse con los Metkayina, una tribu costera.
En términos narrativos, "El camino del agua" es simple y básica; la hemos visto antes muchas, muchas veces en películas que van de "Pocahotas" a "Corazón valiente", pasando por "El patriota", "Los Croods" y otras tantas más incluida "Star Wars" (si George Lucas tiene la suya, por qué James Cameron no). Es, en pocas palabras la historia de un padre que cree que lo mejor es proteger a sus hijos y que conluye que no puede huir, debe enfrentar. Sí, no es spoiler es lógica y sentido común pues en ese sentido, no hay sorpresas en "El camino del agua". Es una historia que sigue al pie de la letra la estructura y que es en gran medida el inicio de una nueva saga familiar (James Cameron, el director, ha dicho que será como la de "El padrino") o, al menos, ése es el plan. Lo sucedido en "Avatar" ahora opera como un prólogo de la serie planea y aquí se explica la primera media hora.
Sí es un problema de "El camino del agua" su duración, en varios sentidos. Más de media hora se va en dar contexto para que quién no haya visto la anterior entienda la dinámica del universo, además de la relación entre todos los personajes nuevos. Hay que decirlo, por momentos se vuelve confuso. ¿Quién es quién? ¿Cuál es el mayor? ¿Quién es hijo de quién? ¿Cómo se relacionan entre ellos? James Cameron ha dicho que si alguien necesita hacer una pausa para ir al sanitario no hay problema, que lo hagan, pero ¿eso debería pasar con una buena película? Debería estar diseñada para que te puedas parar y perder algunos minutos. La realidad es que hay muchos de esos momentos en al menos las dos primeras horas, ¿por qué no quitarlos? Están dedicaros a hacer muy hermosas tomas y secuencias que sí, son muy bellas de ver, como un documental de National Geographic, pero no agregan nada a la historia, no tienen valor narrativo. Por otra parte, ¿no debería una película ser un espectáculo inmersivo del que uno no quiera separarse en ningún momento por miedo a perderse algo? Alfred Hitchcock estaría a favor de ello y tomó todas las medidas para que así sucediera en su clásico "Psicosis". Vaya, para no ir más lejos, "Top Gun: Maverick" no suelta en ningún momento y lo mismo pasa con "Avengers: Endgame". A "El camino del agua" fácilmente le sobra media hora.
Quizás si esos minutos estuvieran dedicados a construir mejor a sus personajes o desarrollar mejor la historia, valdría la pena. Son muchos personajes y aunque el central sigue siendo Sully, están más dedicados a sus hijos, en especial a Lo'ak, el menor. La dinámica entre ellos cae también en el cliché. Netayam, el mayor, es el hijo que sigue lo que se le ha enseñador; Lo'ak es el rebelde y choca con su padre. Luego está el que se sugiere una historia de amor con la hija de la tribu marina y también el que Kiri tiene una conexión especial con el corazón de Pandora. Es mucho, "El camino del agua" es ambiciosa y siempre siembra (¿Alcanzará a cosechar? 2022 todavía no ha demostrado que la taquilla esté como antes de la pandemia. El presupuesto de "El camino del agua" es enorme, la tercera parte está ya asegurada, pero el plan es que sean, al menos, cinco). Al elenco se suma, por cierto, Kate Winslet como Ronal, la esposa del líder de los Metkayina. Siempre, desde luego, es un lujo tener a alguien como Winsley en un elenco, pero aquí, como sucede con la mayoría de los personajes se le desaprovecha. Está el caso de Neytiri, quién en "Avatar" se colocara como una figura femenina fuerte, de avanzada, y que aquí, lejos de las secuencias de acción donde luce, está reducida a gruñir y disentir con Sully, pero cómo es su esposa, termina por consentir lo que él decide, ¿no podría ser ella la líder? ¿No se supone que es una mujer empoderada?
Ahora, a pesar de sus defectos, "El camino del agua" sale a flote. Le pasa como al agua, empieza gota a gota, para después quedarse impregnada y colarse a todos los rincones. El truco lo hace la espectacularidad de las imágenes y el que, en conjunto, lo que uno ve y se cuenta se siente "más grande", épico. El último acto tiene muy buen ritmo, mucha acción, momentos dramáticos y mucha emotividad (sí, pasa lo que se sabe que pasará y que incluye una muerte significativa y el inicio de la construcción del antagonismo entre los Sully y los Quatrich) que hacen que cuando concluye, "El camino del agua" deje la sensación de que se ha visto, se ha formado parte, de una "gran aventura". El cine es percepción, es emoción, y en "Avatar: El camino del agua" la experiencia termina siendo espectacularmente inmersiva y eso pesa más, haciendo que la balanza se incline a su favor. Si "el camino del agua no tiene principio ni fin", para "El camino del agua", éste es un buen ciclo.
💧💧💧1/2
"Avatar: The Way of Water"
EE. UU. 2022 - 3h 12m
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