El compromiso de Michelle Monaghan salva a esta serie de convertirse irónicamente en eso, un eco, aunque no la aleja de ser, sobre todo, un placer culpable.
"Ecos" juega con el concepto de las gemelas "malditas" o, al menos, de que una es buena y otra mala. Inicia con Gina (Monaghan) una exitosa escritora que vive en Nueva York preocupada porque Leni (Monaghan también), su gemela idéntica, no se ha puesto en contacto. Gina y Leni tienen comunicación constante y son muy cercanas. La ausencia se incrementa y Gina regresa a Mount Eco para ayudar en la búsqueda de Leni. En los siguientes días, Gina se percata de que había más de lo que esperaba desconocido sobre Leni.
Hay una buena idea detrás de esta miniserie que, por como concluye, quizás no cumpla esa promesa y entregue después, de tener éxito, otra temporada. La serie se cuenta alternando tiempos. A la búsqueda de Leni se le alternan momentos de la infancia y adolescencia de las gemelas. Gina y Leni han estado involucradas en más de un evento desafortunado (un incendio, un accidente que dejó a su hermana menor en silla de ruedas). A dicha variable se le suma una más, Gina y Leni retoman en su adultez una práctica que les dio resultados primero en la infancia y luego en la adolescencia: intercambiarse. Así, cada año, en su cumpleaños, se toman unas vacaciones, descansan, se ponen al día y retoman sus vidas como la otra. Entonces, mientras en la ficción la gente cree saber de quien se trata, los espectadores constantemente estamos cuestionándonos quién es.
La cuestión con "Ecos" está en que se engolosina y de varias maneras. Por un lado, están los cambios de las gemelas, ¿quién hizo qué? Por otro, la mezcla del pasado con el futuro y como ello ha ido afectándolas tanto a ellas como a su entorno. Hay premisas interesantes que se quedan un tanto en el aire, apenas dando pie a la principal: la esclavitud que ha generado en ellas el intercambio que en un principio tenía buenas intenciones (permitirle vivir a la otra lo de otra manera no experimentaría) y que luego se convierte en una prisión. Leni y Gina viven vidas a medias o viven en el eco de la otra. Gina es el eco de Leni.
La gran virtud de la serie está en el compromiso de Michelle Monaghan. Monaghan es una actriz ya de probada trayectoria y talento. Una actriz que se quedó en el camino de convertirse en una súper estrella como prometían sus personajes en proyectos relevantes de la década pasada ("Desapareció una noche", "8 minutos antes de morir", "La supremacía Bourne", "Misión: Imposible 3", "Control total"), pero que se ha consolidado como una figura de talento. Aquí hace un buen trabajo en diferenciar a las gemelas con detalles. Muy destacable una escena al final, cuando Gina está en una situación extrema, debe hacer el cambio frente a la sheriff Floss (Karen Robinson). Más allá de ella, no hay mayores roles que luzcan. Matt Bomer, quién hace a Jack, esposo de Leni, está desaprovechado. Jonathan Tucker, Dylan James, el "chico malo" y amante de la juventud de Leni tiene más suerte, aunque su participación es breve. Por cierto, en este caso, Madison y Victoria Abbott, quiénes hacen a Leni y Gina de jóvenes no embonan del todo con la fisonomía de Monaghan, vaya, le dan "un aire", pero es algo lejano. En fin... es lo que es y seguro para esa etapa facilitaba tener a dos actrices en lugar de una.
"Ecos" se suma a la colección de thrillers, de historias de gemelos que juegan con esa cuestión un tanto "mágica", un tanto inquietante en torno a la posibilidad de dos personajes que se ven iguales, que quizás son dos expresiones de una misma esencia. El secreto que comparten, sin embargo, aquí se queda en eso, en un eco, restándole contundencia, impacto y trascendencia. Es, simplemente, un eco.
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EE. UU. 2022 - 7 Episodios de alrededor de 1 hora
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